Los geeks están de moda. No se sabe muy bien en qué momento, el geek chic dejó de ser underground y pasó a la misma lista de personajes básicos que la prostituta con un corazón de oro, el ordenador/androide psicótico o el héroe a su pesar. Es difícil encontrar alguna serie moderna en la que, con mayor o menor fortuna, los guionistas no intenten retratar a uno o varios geeks. Los motivos pueden ser muchos, claro: nos podemos consolar pensando que es que los geeks son (¿somos?) interesantísimos, o podemos pensar que es un intento por conseguir que, cuando llegue el inevitable momento del riesgo de cancelación, haya una movilización loca tipo Salvemos Firefly/Chuck/Dollhouse/Fringe que les salve del inevitable destino de cualquier serie medianamente decente. Pero los motivos no son importantes, porque les queremos igual. Veamos a diez de nuestros favoritos.

1. Sheldon Cooper (The Big Bang Theory)

Sí, sí. Sé que todos estamos un poco cansados de The Big Bang Theory, que las situaciones son repetitivas, que ya no nos hace la misma gracia... Pero la seguimos viendo. Y si la seguimos viendo es, en gran medida, gracias a Sheldon. Los motivos por los que Sheldon es un geek son prácticamente innumerables: científico, ama los videojuegos, los juegos de rol, los cómics de superhéroes, la ópera espacial... Sí, es un estereotipo insufrible, pero los estereotipos, cuando están bien construidos, dan resultados. Este es el caso.

2. Andrew Wells (Buffy the Vampire Slayer)

Reto: si consigues encontrar cinco frases seguidas de Andrew Wells sin una referencia a) a la cultura pop, b) a la ciencia ficción, o c) a Wonder Woman, te invito a algo. A algo pequeño y barato, que no sea caviar, o champán o algo así. Pero Andrew, que se considera a si mismo el narrador de su vida y las de los que le rodean, no se queda ahí. Es, como muchos integrantes de nuestra lista, un minusválido social que está dispuesto a cualquier cosa por tener amigos, incluso si cualquier cosa significa desatar el infierno sobre la tierra. Es vulnerable, adorable y ha visto todos los episodios de Doctor Who. ¿Cómo no amarle?

3. Topher Brink (Dollhouse)

Dollhouse fue una desgracia. Porque era una historia sutil y llena de pequeños detalles, que no cobraba sentido hasta que no llevabas casi la mitad de la primera temporada. Ese tipo de narrativa fue lo que provocó su cancelación, pero también fue lo que permitió dejarnos personajes tan sutiles como Topher Brink. En un principio parece un genio moralmente gris: no es exactamente malvado, pero no le importa para qué se usen sus investigaciones siempre que él saque algún provecho. Pero cuando le vamos conociendo, descubrimos que es un ser herido, envuelto por la soledad y consciente de que no le cae bien prácticamente a nadie. Es patético y luego heroico al mismo tiempo, y termina la serie (spoiler alert!) hecho un guiñapo indefenso, que no es más que su indefensión original saliendo a la superficie. Un retrato mucho más certero, por desgracia, que algunos de los otros ejemplos.

4. Simon Bellamy (Misfits)

Partiendo de una premisa que ya habíamos visto en un episodio de Buffy, Simon es la encarnación supertextual de 'sentirse invisible'. Cuando se siente invisible, lo es. Incluso cuando todo el grupo empieza a estar más unido, Simon es el raro, el que va por su cuenta. Y no por que él quiera. De entrada, la causa de su entrada en el servicio a la comunidad es que intentó quemar la casa de alguien por no querer ser su amigo. Nos vamos haciendo a la idea. Aficionado al vídeo, maniático del orden... ¿Empezamos a ver un patrón en esta lista o me lo parece a mi?

5. Stewie Griffin (Family Guy)

Ah, nada como un personaje animado para animar cualquier lista. Pero es que el bueno malo de Stewie es un geek de primera, además de uno de los personajes más tridimensionales de su serie. Lo cual no es mucho, pero ya es algo. Como todos los geeks, es un genio en algo, o en su caso en más de una cosa, pero un ignorante absoluto fuera de su campo. Claro, que cuando tu campo es el Mal™ no te tienes que preocupar de que se rían de ti. Excepto los perros parlantes, pero eso es un problema completamente distinto.

6. Ted Mosby (How I Met Your Mother)

Un momento, un momento. ¿Ted? ¿Ted Mosby un geek? Sí. Y uno enorme. Desde el primer episodio, además. ¿Cuál es uno de los requisitos para la madre del título? Que pueda citar diálogos de Los Cazafantasmas. Cuando tienes ese tipo de prioridades, da igual lo guay que te creas que eres, eres un geek. Y los ejemplos siguen viniendo: la obsesión con la arquitectura, tiene la cabeza más dura que el cemento armado y prefiere tener razón a cualquier otra cosa en el mundo. Señoría, no hay más preguntas.

7. Walter Bishop (Fringe)

Ah, por supuesto. Walter. Walter es a Belly lo que Woz es a Jobs: el genio científico que no quiso seguir en la carrera del márketing. O bueno, en este caso, que estuvo encerrado en un psiquiátrico durante un montón de años porque había traído al duplicado de su hijo muerto de otra dimensión para sustituirle y luego no pudo soportar la culpa. Que viene a ser más o menos lo mismo. Además de genial, Walter es tan insensible que es incapaz de llamar a Asteroid Astrid por su nombre, come golosinas encima de cadáveres en descomposición y guarda el LSD al lado de la leche. El científico loco por excelencia.

8. Liz Lemon (30 Rock)

Lemon es una geek con la que es más fácil sentirse identificado. No es un genio de nada. Escribe bien, claro que sí, pero no es un genio. Y sin embargo, toda la parte de la incapacidad social, la vida como desastre y todo eso la lleva al límite. Es una mujer que lleva un bañador en lugar de ropa interior porque se le olvida hacer la colada. Es una mujer que sólo necesita una tabla de queso y una batamanta para una noche de un sábado. Es una mujer que cree que cualquier situación de la vida es comparable a una escena de Star Wars y/o Tootsie.

9. Abed Nadir (Community)

Ya hablamos de Abed la semana pasada, pero es que en una lista como esta no podía faltar. Un auténtico geek de la televisión y el cine, una inteligencia preclara, y un caso de Asperger no diagnosticado. Su obsesión por la cultura pop le importa mucho más que cualquier otra cosa en el mundo, y sin embargo se las apaña para ser la criatura más adorable del hemisferio oeste. Es imposible entenderlo, pero es así.

10. Maurice Moss (The IT Crowd)

Moss es el Anti-Sheldon. Es un genio, sí, y carece de los más básicos conceptos de interacción social. Tiene una relación casi enfermiza con su madre, y manías suficientes para llenar un manicomio. Sin embargo, lo que en Sheldon se convierte en agresión, en Moss es inocencia. Una persona que encuentra graciosísimo que un alemán se disponga a matarle, cocinarle y comerle; una persona que cree que la mejor forma de avisar de un incendio es por e-mail; una persona que es capaz de hacer creer a todo un edificio que su compañera de trabajo está muerta por encubrirla. Esa persona es Maurice Moss, y es de lo mejor que ha salido por la tele.