Seguimos respirando el mismo aire, los coches continúan circulando por la derecha y la crisis no cesa. En resumen, todo parece transcurrir como siempre en España. Pero no es así, y no lo es porque el mastodonte del comercio electrónico Amazon acaba de abrir sus puertas en el país, movimiento que tengo la certeza revolucionará la industria española del comercio electrónico y también tendrá consecuencias directas en el comercio físico y por lo tanto en la economía a nivel general.
Puede que a muchos la afirmación les suene rimbombante, sobre todo a los que han ocupado parte del día en escudriñar amazon.es ya que se habrán encontrado con las mismas tres decepciones que servidor:
Muchos de los artículos disponibles en Amazon España son más caros que en Amazon EE.UU o UK. Por ejemplo, un reproductor SanDisk Sansa Clip sale por 55,76 euros en la versión española de Amazon y en Amazon UK cuesta 34,99 libras (unos 40 euros). Por otro lado, al menos en los artículos que he comprobado, otras grandes tiendas electrónicas como Pixmania siguen teniendo mejores precios que Amazon España para los mismos productos. Por ejemplo, la cámara Philips CAM102 cuesta 109,49 euros en amazon.es y 89,90 en pixmania.com
El Kindle no se puede comprar directamente en Amazon España (aunque aquí hay un matiz muy importante. No tengo claro si ya era así antes o no, pero ahora al comprar el Kindle no aparece mensaje alguno advirtiendo sobre posibles gastos de aduanas por importación del e-reader)
Amazon España ha desembarcado sin dos de sus mejores productos bajo el brazo, Prime y Cloud.
Pero en mi opinión, las carencias descritas son nimiedades producto del arranque que irán solucionando bastante rápido. Lo verdaderamente importante es que Amazon es la compañía de comercio electrónico más grande del mundo (su valor de mercado asciende a 73.000 millones de euros), posición dominante que solamente se consigue de una forma: con una filosofía donde el usuario es lo más importante de todo, lo que en la versión española de Amazon también se ve reflejado.
A pesar de las pequeñas desilusiones, cuando uno navega unos minutos por amazon.es, se da cuenta que han preparado el lanzamiento a conciencia. Una muestra clara de ello es que el catálogo, aunque lógicamente no tiene la magnitud del de Amazon EE.UU, viene cargado con 2,5 millones de libros en español y otros idiomas, más de 130.000 DVD, 450.000 CD, más de 65.000 productos de electrónica de consumo y bastante variedad de videojuegos, electrodomésticos y juguetes. No es la única muestra, las otras más importantes son:
Gastos de envío y velocidad de entrega. Existen seis opciones de envío diferentes que cubren todas las necesidades y en ningún caso los gasto de envío son excesivos (o por lo menos no tanto como en otras tiendas). Destaca especialmente Amazon Premium; por 14,99 euros al año “envío garantizado 2 a 3 días gratis en los productos vendidos en amazon.es”
La experiencia de compra se enriquece -enriquecerá mejor dicho que aún es pronto- por mil con cosas como la valoración de los productos por parte de los usuarios o las recomendaciones automáticas de nuevos productos basadas en los hábitos de navegación
Atención al cliente, que aún no he probado, pero apuesto la casa a que será de las mejores de todo Internet ya que el éxito de Amazon se sustenta en gran medida sobre esto (ya han anunciado que los clientes serán atendidos antes, durante y después de las compras en español sin ningún intermediario. Es decir, que han montado su propio Centro de Atención al cliente).
Esta filosofía, que actualmente demasiados no aplican, provocará que Amazon España se expanda rápidamente y eso a su vez generará diversas consecuencias todas ellas beneficiosas.
Por un lado veremos un aumento de la competencia en el sector del comercio electrónico español, que dará como resultado bajada de precios generalizada y obligará a todo aquel que quiera sobrevivir a mejorar sus servicios. Por el otro, la modernización de la industria del comercio electrónico con Amazon España y su filosofía a la cabeza, generará un ecosistema mucho más poderoso y confiable, o el verdadero quid de la cuestión. Al contar con un sector mejor, más ciudadanos españoles se animarán a realizar sus compras por Internet, y si el número de compradores crece, también lo hará el número de nuevas empresas de comercio electrónico.
Es decir, que Amazon España hará las veces de motor impulsor de una industria que aunque hoy por hoy ya maneja cifras importantes (en el primer trimestre de 2011 el comercio electrónico en España generó un volumen de negocio de 2.055,4 millones de euros) todavía puede crecer mucho. Y cuanto más crezca, más nuevos puestos de trabajo creará el sector del ecommerce y los satélites de este como por ejemplo las empresas de transporte de mercancías.
Así que, bienvenido seas Amazon que buena falta nos hacía tanto a los consumidores como a la maltrecha economía de este país.