En una decisión sin precedentes en la red, el gobierno paquistaní acaba de lanzar su última proclama en cuanto a represión en la red. A partir de ahora, los proveedores de servicio estarán obligados a bloquear e informar a las autoridades sobre los ciudadanos que estén navegando en cualquier tipo de red virtual. Dicho de otra forma, cualquier ciudadano y usuario del país puede estar vigilado por el simple hecho de estar enviando un correo electrónico.

La noticia ha sido dada por las propias autoridades del país en materia de telecomunicaciones y vienen a ser la continuación de las anteriores acciones del gobierno para controlar la red. Anteriormente, los 20 millones de Pakistaníes tenían prohibido el acceso a la mayoría de redes sociales como Facebook o YouTube. En este caso el argumento se debía al material que se podía encontrar en la red, material blasfemo contra la religión y contra Mahoma.

El tráfico en la red pasaba actualmente por los cables de Pakistan Internet Exchange, una forma de conseguir el filtrado por el que las agencias de inteligencia del país interceptaban cualquier tipo de amenaza. La noticia de hoy eleva la censura un peldaño más, ya que así evitan el uso de las redes virtuales que permitirían a los usuarios la conexión sin ser detectados, hasta ahora única forma de que la mayoría de usuarios accedieran en la red a la lista de páginas prohibidas o al uso de los correos sin ser vigilados.

El aviso legal en el país dado por el Departamento de Telecomunicaciones instaba a las ISPs a:

Informar sobre los clientes que usan cualquier mecanismo, incluyendo EVPNs (redes privadas cifradas virtuales), que intenten esconder sus comunicaciones en la medida en que están prohibidas por la vigilancia

El argumento del gobierno para sitiar así la red no es otro que el terrorismo. Dicen que esta es la forma de detener cualquier tipo de comunicación entre terroristas. Mientras, las primeras manifestaciones contrarias a este nuevo estado en la red no han tardado. Bancos o cientos de empresas utilizan diariamente conexiones cifradas para comunicarse con sus sucursales o clientes con el fin de proteger los datos sensibles de estos.

Una situación difícil de entender desde el propio prisma y razonamiento del gobierno. Reprimir y monitorizar la red para evitar males mayores es un sinsentido de difícil explicación. Más aún teniendo en cuenta que la gran mayoría de ciudadanos se ven afectados por una desición en la que no tienen nada que ver. Lo decía el presidente de una compañía de software con sede en el país:

Es como prohibir los coches porque los terroristas suicidas los pueden utilizar

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