Hace unas horas saltaba a la palestra el rumor de que PlayStation 4 vería la luz en 2012, comenzando su producción a finales de este mismo año. Reportaba DigiTimes que la máquina sería fabricada por Pegatron y Foxconn, que ya se encargasen del ensamblaje de su predecesora.

Las mismas fuentes aseguraban también que la consola volvería a confiar en un formato físico (aún se acuerda Sony de la debacle de PSPGo) y que traería de serie un sistema de control muy similar a Kinect. Esto último sustentaría las acusaciones de plagio que de una forma u otra siempre han rondado a la compañía.

Ahora bien ¿hay probabilidad real de que PlayStation 4 sea lanzada el año que viene? Hasta por tres veces ya, se ha rumoreado lo mismo de la próxima máquina de Microsoft (dos de ellas desmentidas). Ésta información podría correr el mismo destino, máxime cuando ambas compañías se han hartado de asegurar que PS3 y Xbox 360 son consolas a largo plazo, que perfectamente puedan acompañarnos una década completa.

PSMove y Kinect parecieron darles la razón, pero la posibilidad de que ambos periféricos se compatibilicen con una nueva generación es muy elevada. También podría darse el caso de que actuales y próximas consolas convivan un tiempo en el mercado, tal y como ocurrirá previsiblemente con Wii y Wii U o como ya ha ocurrido con PlayStation 2 y PlayStation 3.

Pero ¿qué debería aportar PlayStation 4 para que su presencia estuviese justificada? Evidentemente el salto gráfico debería ser notorio, si bien todo parece indicar que las diferencias serán cada vez más sutiles entre una y otra tanda de máquinas. Ésta es precisamente una de las razones por las que muchos se niegan a enterrar a los sistemas actuales.

Además de la pertinente revisión de hardware, PS4 debería seguir apostando (por coherencia) por el Blu-Ray, que ha demostrado un rendimiento y capacidad de almacenamiento excelentes. Cierto que el formato no termina de imponerse sobre el DVD, pero al menos pervive como puede, lo que no podemos decir de otros como el HDDVD.

Optar por una máquina enteramente digital, como ya se ha visto, sería un error. A los usuarios de consola aún les queda bastante para admitir tal modelo de distribución como única posibilidad.

También lo sería, en mi opinión, intentar copiar la estrategia de Microsoft con Kinect. Sony debería rendirse respecto a los sensores de movimiento, que no le están resultando por vía alguna, ni parecen interesar a sus jugadores.

Las 3D, por su parte, seguramente sobrevivan a esta generación, pero seguirán en un segundo plano. Y es que PS4 haría mal en centrarse expresamente en una tecnología, pues luego, de fracasar, ésta le terminaría pasando factura. Es lo que ocurrió con los elevados costes inherentes al lector Blu-Ray.

La interconexión con PlayStation Vita también se antoja vital. Esperad una solución muy similar a la de Wii U, sólo que usando la portátil, que se convertiría en sofisticado sistema de control y pantalla contextual.

En resumen, PS4 debería tomar de PS3 aquello que se ha demostrado solvente, potenciar al extremo su vínculo con PSVita y ofrecer un salto gráfico competente, algo que difícilmente ocurra si la consola termina saliendo a la venta el próximo año. Por una vez, además, no estaría mal que Sony ofreciese su propia innovación en términos de control (el Dual Shock ya huele un poco la verdad).

Y a todo ésto... una reformulación completa del sistema de juego online (prestando especial atención a la seguridad) tampoco estaría nada mal. Una PSN de pago parece inevitable.