El camino que está tomando Francia al respecto de las descargas, personalmente, me llama mucho la atención porque está superponiendo medidas que pueden parecer contradictorias (concienciación y castigos, multas tabuladas e indemnizaciones a los autores, etc). A la industria musical francesa todas estas medidas le parecen pocas y quieren ir más allá, quieren ya un bloqueo preventivo (emulando otras medidas europeas) y así se lo han transmitido al gobierno y a Hadopi (Haute autorité pour la diffusion des œuvres et la protection des droits sur Internet), que es el organismo competente en esta materia. Ante tanta presión, Hadopi ha explotado y ha lanzado una dura respuesta a los productores musicales franceses: "no se metan en lo que no les incumbe y dedíquense a generar una oferta legal de contenidos digitales".
Una muy buena respuesta, desde mi punto de vista, para un lobby que no para de presionar a los gobiernos para legisle a su medida en vez de adaptarse y apostar por nuevos modelos de negocio. El origen de esta polémica lo tenemos en unas declaraciones que realizó Marc Guez, el director de la asociación de productores discográficos (SCPP) en una entrevista, en la que comentó que:
La lucha contra las descargas ilegales debe pasar a un nivel superior y cortrar las descargas directas, no únicamente el P2P. Estamos trabajando en programas de filtrado de contenidos que podrían instalarse en empresas y hogares para evitar este tipo de descargas directas
Los productores quieren que se bloqueen, mediante filtros, las páginas de descarga directa de contenidos, ya sea a nivel global (mediante un filtrado impuesto por el Estado) o a nivel particular, con aplicaciones de filtrado instalada en los equipos de los usuarios; pero en ambos casos necesitan un cambio en la legislación vigente porque, por ahora, lo único que se bloquea en Francia son las páginas relacionadas con el juego ilegal y la pornografía infantil.
Hadopi, además de mandar a callar a los productores, intentó poner algo de mano izquierda en sus declaraciones alegando que han barajado todo tipo de actuaciones para luchar contra las descargas de contenidos pero que la implantación de un filtro de contenidos es una decisión que está muy por encima de los productores de música o del propio Hadopi y que necesitan estudiarse detenidamente para ver cómo afectan a la libertad de expresión, la neutralidad de la red y la salvaguarda de la vida privada de los usuarios.
En fin, parece que aunque los mandó callar, es una opción que han barajado, afortunadamente el Consejo Nacional Digital de Francia no le da luz verde a este proyecto y solicita una revisión del mismo.