Ayer se produjo un interesante e instructivo debate en las redes sociales y en general en Internet tras las noticias que mencionaban una victoria preliminar de Apple en los tribunales a consecuencia de la demanda de patentes interpuesta a HTC, una victoria que podría tener serias consecuencias para la taiwanesa, como el que se prohiban sus productos en el mercado estadounidense.

Recordemos que este capítulo de la guerra abierta entre las dos compañías no es la única que Apple tiene en ciernes. Samsung, Motorola, Nokia y otros muchos también han sido demandados por la gente de Cupertino por violación de ciertas patentes y sus demandas están en proceso de estudio o pendientes de resolución judicial.

Aunque en un principio podría parecer que la empresa de la manzana está siendo excesivamente cruel con sus competidores con esa intención clara de limitar la importación de productos similares al iPhone, por otro lado la empresa tiene todo el derecho de defender su inversión y es de eso de lo que os queremos hablar hoy, pretendemos poner sobre la mesa todos los aspectos relacionados con las demandas en las que ahora mismo está involucrada Apple y saber si tiene razón realmente para entrar en este juego.

Por supuesto sigo sosteniendo la idea expresada ayer, a la larga todo esto no le viene bien a la empresa de la manzana. Por un lado está su imagen, la sensación que puede dar al gran público de querer atentar contra la libre competencia y beneficiarse de un trato de favor de algunos jueces locales ante la situación delicada que se ha creado por asuntos de patentes y derechos sobre esas innovaciones. Por lo pronto, me imagino que a los adeptos de HTC, que cada vez son más, no les habrá gustado en absoluto esta represión institucional.

Continuando a este lado de la balanza, también hay que considerar que los de Cupertino no deberían poner demasiados obstáculos a la aparición de competencia porque a la larga les beneficia que haya productos similares pero no tan buenos, sirven de caramelo de entrada en el sector de los smartphones a millones de usuarios potenciales. Además de que ha sido esta creciente competencia la que ha forzado a Apple a seguir innovando con el paso de los años desde que el primer iPhone fuese presentado en 2007. Me gustaría saber hasta dónde habría evolucionado este terminal sin la aparición de Android, por ejemplo.

Pero ahora me gustaría ir hasta el otro lado de la cuestión, a la posición sostenida por los chicos de Steve Jobs quienes no han dudado en defender su legado frente a la creciente oferta similar en el sector de las telecomunicaciones móviles. En un principio no era tan preocupante porque las plataformas de otros no estaban tan desarrolladas ni habían penetrado tanto en los mercados, pero ahora la situación es diferente y hay muchos haciendo ingentes cantidades de dinero con este negocio, en muchos casos aprovechando el formato iniciado por Apple.

En este punto la situación ha llegado a poner en peligro al propio ecosistema de iOS, que ve mermado su negocio en favor de múltiples fabricantes empujados por el desarrollo de Android. Lógicamente, el dinero y los negocios hay que defenderlos, sería de estúpido no hacerlo y es por eso que Apple está haciendo frente al problema usando los medios legales a su alcance.

De todos modos, quien quiera ver en esto un movimiento de defensa generado exclusivamente por la situación actual, como si se tratara de una reacción tardía y vengativa de los de Cupertino, pensando que se defienden como gato panza arriba ante los embistes de la competencia, está muy equivocado. Y aquí llega la parte importante de este post.

Quien piensa así se está olvidando, como a mi me pasó ayer, de un acontecimiento histórico que tuvo lugar hace ahora cuatro años y que nos hemos visto animados a recordar aquí en este post hoy. Nuestro buen amigo y ex-compañero David Attrache nos lo recordó, se trata del evento de presentación del iPhone 2G o primer modelo de iPhone aquella mañana del 9 de enero de 2007. En el vídeo que compartimos, llamamos la atención a las palabras de Steve Jobs a partir del minuto siete.

El mensaje es claro: "tenemos un producto único, diferente al resto y como lo sabemos lo hemos patentado". ¡Qué fácil es olvidar cómo estaba el sector de los teléfonos inteligentes en aquella época! Eran modelos arcaicos, poco usables, toscos y nada amigables en su interfaz. Estamos hablando de inicios de 2007, ¿recordáis los Nokia, Samsung o Sony Ericsson de aquella época?

En cambio Apple llevaba trabajando en su propio modelo dos años y medio hasta esa fecha, produciendo con mimo cientos de asombrosas características no vistas hasta entonces. ¿Iban a dejar todo eso sin protección? Por supuesto que no, y aquí es donde entra el vídeo de la segunda parte de la presentación del iPhone donde se afirmaba que el nuevo terminal estaba protegido con más de 200 patentes (ver a partir del minuto 23).

Estas patentes incluían aspectos como los gestos multitáctiles, la pantalla multitouch, la interfaz de usuario, el uso del acelerómetro, la utilización del sensor de proximidad y el sensor de luz ambiente... y estas innovaciones no describen ideas abstractas, conceptos generales, que pueden ser aplicados a multitud de aspectos o tecnologías en función de quien las lea, son descripciones específicas, con imágenes y explicaciones de procesos con todo lujo de detalles.

Además, gozan de la aprobación de la oficina de patentes de los Estados Unidos, y si fueron registradas y aceptadas es porque fueron los primeros en incluir esta tecnología en un dispositivo móvil como el iPhone, demostrando que no se trató de una apropiación indebida de ideas externas.

¿Por qué dio tanta importancia a este asunto Steve Jobs? Sencillo, porque no quería que ocurriera de nuevo lo que les pasó con Microsoft, quien no dudó en coger ideas del sistema operativo Mac OS X para su Windows, un producto que acabó teniendo más aceptación que el desarrollado en Cupertino. Ahora la situación era diferente, en Apple se habían protegido aún antes de lanzar el producto para vistar una copia similar.

A pesar de estos preparativos, no se ha podido evitar el mimetismo y numerosos fabricantes, siguiendo el patrón marcado por Microsoft, han querido aprovecharse del trabajo de Apple. Como ya explicamos hace meses, si Samsung está en el ojo del huracán no es por casualidad, sino porque sus productos en realidad se parecen y mucho a los de la manzana. Y si consideramos las patentes registradas mencionadas párrafos más arriba uno no puede menos que pensar que HTC también se está beneficiando de las innovaciones materializadas en Apple.

Y no son los únicos que quieren aprovecharse de ello. Pongamos por caso el producto que se dio a conocer ayer bajo el nombre de Smart Case para usar con las tablets Samsung Galaxy Tab (qué casualidad que sea Samsung). Se trata de una copia absoluta de la Smart Cover de Apple pero sin el apagado automático de esta, como se puede ver en la fotografía adjunta. Samsung se ha desmarcado rápidamente de las acusaciones de estar fomentando y aprobando este tipo de complementos afirmando que no había sido certificado por la compañía y retirándolo de inmediato del mercado.

Uno no puede menos que pensar que esto se produce porque en algunas empresas no existe ninguna moral, no hay escrúpulos que los anime a huir de la copia, y este hábito adquirido por años es difícil de desarraigar. Mención aparte merece Google, inmerso en una política extraña de defender principios más propios de sectores no empresariales. Siendo como es promotor y beneficiado en último término del éxito de Android parece como si el asunto no fuera con ellos.

No hay palabras para calificar las declaraciones de Eric Schmidt quien hasta ahora merecía todos mis respetos pero quien no ha dudado en declarar hace unas horas, a propósito del enfrentamiento Apple-HTC:

La gran noticia en el pasado año ha sido la explosión de los terminales Android y esto ha significado que nuestros competidores hayan respondido. Como no están respondiendo con innovaciones, están haciéndolo con demandas. Nosotros no hemos hecho nada mal, y esas demandas solo están producidas por nuestro éxito.

¡Sí hombre! Basándonos en esta premisa los que no han respondido con innovaciones han sido ellos pero en lugar de lanzarse a demandar, porque no tenían ninguna propiedad intelectual relacionada con terminales móviles, se lanzaron a copiar la idea, el sistema y envolverlo de filosofía open source para que no pudieran ser atacados directamente, para parecer los buenos de la película. Como si a la larga no vayan a obtener beneficios económicos por publicidad y uso de los terminales Android.

Llegados a este punto entonces, uno no puede menos que entender la posición de Apple a este respecto, tienen la mayor razón del mundo en defender lo que es suyo. Sólo hay que mostrar un poco de empatía y ver las cosas desde su lado para comprender todos los asuntos envueltos... sí, nosotros haríamos lo mismo.