El año pasado el nacimiento de una publicación preocupó, y mucho, a los gobiernos occidentales. Esta publicación, de nombre Inspire, es una revista que se publica en Inglés y que es editada por la rama de la organización terrorista Al-Qaeda en la península arábiga. La revista incomodaba a los gobiernos, básicamente, porque era un panfleto en el que se publicaban artículos de Osama Bin Laden y compañía, además de algunos recetarios de cómo fabricar bombas. Pues bien, según el diario británico The Telegraph, el servicio de inteligencia británico, el MI6, habría lanzado una operación contra la última edición de esta revista. ¿El nombre de la operación? Operación Magdalena.
La revista, que se editaba en Inglés precisamente porque estaba dirigida a los ciudadanos estadounidenses y británicos, buscaba impregnar de la filosofía de Al-Qaeda a ciudadanos que simpatizasen con la causa y, por tanto, que pudiesen terminar engrosando las filas de la organización o, directamente utilizando las "recetas" publicadas (como el Make a bomb in the Kitchen of your Mom), fuesen capaces de llevar a cabo acciones en solitario. Ante este foco, el gobierno británico decidió actuar para interceptar la información que se estaba difundiendo.
La operación, que fue llevada a cabo por el MI6 con ayuda del cibercomando británico, el Government Communications Headquarters, se centró en hackear la última edición de la revista, eso sí, en vez de hacer que el servicio se cayese o bloquearlo, decidieron dar un paso más y apostaron por alterar los contenidos de la publicación. Al inicio hemos dicho que el nombre en clave de esta operación era Magdalena, o cupcake en Inglés, y la operación recibió ese nombre porque, tras interceptar la publicación, los espías decidieron alterar los contenidos y cambiarlos por el libro de recetas de magdalenas de Ellen Degeneres, sí la actriz estadounidense que tiene un programa en la TV.
Increíble pero cierto, los espías británicos insertaron en la revista un galimatías que procedía de cifrar el contenido del libro de repostería de Ellen Degeneres con la idea de que si alguien se descargaba la revista de 67 páginas no obtendría ninguna información útil y, bueno, si era capaz de descifrar la información, al menos se llevaría un libro de repostería. Desafortunadamente, dos semanas después del ataque, que se ha conocido hoy, Al-Qaeda volvió a poner en circulación la revista original y, al final, todo esto se ha quedado en una simple anécdota aunque la inteligencia británica parece que sigue trabajando en la erradicación de este tipo de contenidos de la red.
Que hagan público este ataque fallido puede chocar un poco pero que, encima, se haga público la chapuza que han hecho, incluyendo lo del recetario de magdalenas, la verdad es que es bastante esperpéntico, sobre todo, porque la situación no ha variado nada. Quizás hubiese tenido mucho más sentido alterar el recetario de bombas, por ejemplo, poniendo ingredientes imposibles de conseguir o fácilmente rastreables, posiblemente hubiese tenido mayor efecto que los cupcakes.
Un fail en toda regla.