Según Strategy Analytics, en estos momentos Sony Ericsson controla el 9% del mercado de terminales Android. Su postura respecto al sistema operativo de Google siempre ha sido muy comedida, criticándosele el que sus smartphones apenas si recibían actualizaciones de software.
El gigante nipón quiere cambiar eso. Lleva intentándolo de un tiempo a esta parte, especialmente con su gama Xperia. Lo mejor que se le ha ocurrido es apostar por una tecnología que reposicione cualitativamente a sus teléfonos, hasta el punto de convertirse en el mayor fabricante Android por encima de Samsung, HTC o LG.
Nos referimos a la celebrada Near-Field Communication, tecnología de comunicación inalámbrica esencialmente usada en pagos electrónicos y pobremente estandarizada pese a intentos como Google Wallet (sólo disponible en San Francisco y Nueva York bajo determinadas entidades y operadoras).
De esta declaración de intenciones nos hemos enterado no por la propia Sony, sino de la mano de NXP, fabricante de chips NFC al que también ha recurrido Google y Samsung.
Nada se sabe de cuándo empezará a implementarse la tecnología en sus móviles, aunque todos parecen acordar que el Xperia Play (aka PlayStation Phone) sería el más firme candidato a estrenarla, sirviéndose de ésta no sólo para pagos, también para obtener ofertas basadas en proximidad, al más puro estilo Foursquare.