Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, empresa sudafricana responsable de Ubuntu, lo ha dicho en entrevista para NetworkWorld: que "es una posibilidad real" cambiar Firefox por Chrome como navegador por defecto en futuras versiones de la distribución.
Tal no sucederá ahora, ni mañana, ni siquiera para Ubuntu 12.04 que es la siguiente versión con soporte de larga duración (LTS), sino para versiones posteriores a ésta por razones de índole técnico.
Esto probablemente nos mantenga con Firefox por otro año, al menos, y luego veremos a partir de allí.
No suena disparatado si lo pensamos con detenimiento. Mark es fanático de las aplicaciones con un diseño minimalista. Chrome lo es. Firefox no. Así ha dictado el reciente progreso estético de las últimas versiones de Ubuntu que, aceptémoslo, es muy à la Mac: menú global, dock, tipografía expresamente diseñada, ubicación de los botones, etc. Donde ninguna de estas características ha estado exenta de críticas. Ni qué decir de Unity como propuesta de escritorio.
Por otro lado, Mark sabe que Google Chrome ha mejorado su desempeño de forma dramática en sistemas Linux con el paso de las versiones. Es más, dice expresar su admiración por la visión de Google, que intenta colocar el escritorio en el centro mismo de la web, con Chrome como motor de navegación y gestión de recursos de cómputo en Chrome OS.
La entrevista es larga y profunda. El empresario y antes hacker del proyecto Debian, habla de los pros y contras de Unity, de quejas de los usuarios. Sabe que Unity es amado y odiado. Asimismo, deja en claro que buscarán integrar de manera natural GNOME 3 como una opción para sus usuarios, así como los escritorios básicos cuando el hardware no permita trabajar con aceleración gráfica. Sobre los rumores de una versión de Ubuntu para tablets, Mark es claro: no la hay y Ubuntu no está listo para ello.
Mark Shuttleworth lo mismo usa un iPad 2, que dice admirar las ideas de Windows 8; lo mismo usa un viejo Nokia en vez de algún smartphones, que lidera la distribución Linux más popular e influyente en la adopción de software libre y abierto.
Regresando con el asunto de Chrome por Firefox, la primera pregunta que me viene a la mente es ¿por qué no Chromium en vez de Chrome? Seguramente por cuestiones prácticas. Chrome es un producto acabado. Chromium no del todo; así que llevarlo al escritorio implica costos. Y Mark es un hombre pragmático: para quien conseguir la mejor experiencia de usuario en Linux es una cuestión que merece tomar algunos riesgos, incluso ideológicos.
Chrome por Firefox sería el triunfo de una visión del mundo centrada, controlada, guíada por Google, para la distribución Linux más influyente desde que kernel existe. Significaría implantar una visión heliocéntrica en un mundo lleno de opciones. Y cuando hay opciones, el usuario tiene la última palabra.