En el teléfono móvil se lee

La vida es el resultado de tus propias decisiones

La chica logra escapar. Un grito la acompaña. En seguida, una sucesión de imágenes grotescas, estilos de animación infantiles mezclados con otros sacados de una mente perversa. Hace falta nada más la música de Angelo Badalamenti para convencernos de que son escenas sacadas de la cabeza de David Lynch y su _Mulholland Drive_. La pista de baile de los años 70, el estrafalario músico del género tribal house, niños que cuidan de un perro, la bombas sobre Bagdad, yakuzas, videojuegos de peleas, una carta secreta, niñas sin rostro, correo electrónico no enviado, violencia y triunfo. Y otra vez,

La vida es el resultado de tus propias decisiones

De inicio tenemos ante nosotros una narración fragmentada. La imaginería y los colores aptos para terminar con el visionado de Mind Game cuanto antes o bien para quedarse hasta el final, cubierto de una curiosidad culposa, amarrado a la necedad de entender qué está pasando.

Nishi, un mangaka en ciernes, que ama a Myon, piensa sobre su falta de agallas en el amor: "siempre he jugado sobre seguro". Una persona que vive la vida "como un videojuego, con un dedo en el botón de reset" para escapar, excepto del inasible más-allá de la muerte. La vida de Nishi, la que pasa por el juego de su mente, es una puerta abierta a todos los miedos.

Por un lado Mind Game es una historia poco convencional, deliciosamente anticlimática, erótica por instantes, sobre el triunfo de la voluntad sobre las perniciosas debilidades de la mente. Digo, si la queremos ajustar dentro de un marco mental que resulte manejable. Por el otro lado, Mind Game es una suerte de _Yellow Submarine_ japonés de 103 minutos, producido en 2004 con el amparo de Studio 4C, quizá con precisos toques de LSD y la inspiración de una gran ballena asesina. Además de ser un amasijo de técnicas de animación, les advierto que encontrarán una narrativa espesa, de esas que requieren paciencia para su disfrute y consumación.

Debo decir que el sprint de las secuencias finales es, como debe ser, una verdadera apoteosis. La representación justa del aquí y el ahora como la única verdad que nos hace capaces de sobrevivir. Una pequeña pieza maestra de la animación en tanto ritmo y color.

Mind Game es (muy) apta para mayores de edad de mente bien abierta, sensibles a las preocupaciones de la existencia y a la vez con el humor justo para mofarse de ello. Y sin más que decir, ahora el trailer:

YouTube video

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