II. El espíritu

Este es el más extraordinario hacker en la historia del crimen cibernético: el Titiritero.

El nombre no puede ser más adecuado, ni la descripción tan precisa para el software conocido también como Proyecto 2501. Una magnifica pieza de software que además de poseer una inteligencia artificial extraordinaria, es el primero en adquirir consciencia de sí mismo, de diferenciar su identidad del resto de mundo y de las cosas, de saberse vivo y reflexionar al respecto; de filosofar y hacer política:

[...] lo que están presenciando es un acto de mi libre albedrío. Como una forma de vida inteligente, demando asilo político.

¿Forma de vida "inteligente"? Vamos, si sólo se trata de un software: bits ordenados en bytes, bytes ordenados en estructuras de datos, estructuras de datos expresadas en código fuente, código fuente escrito para seguir algoritmos, algoritmos diseñados por seres humanos. Seres humanos...

Se puede argumentar lo mismo para su ADN, que no es más que un programa diseñado para preservarse a sí mismo [...] Y la vida, cuando se organiza en especies, depende de los genes para preservar su memoria.

Y la memoria no puede ser definida, pero define la humanidad.

Soy una entidad viva y pensante que fue creada en el mar de información.

Los procesos creativos de cualquier índole, técnica o artística, los son porque están guiados por el libre albedrío. Es Titiritero es un ser creativo, sin ninguna duda. Es el hacker máximo, el que (de)construye su realidad, lo adapta y hace evolucionar en otras realidades, paradigmas, formas de entender el mundo.

El hacker verdadero destruye para construir.

El Titiritero sabe, además, que debe reproducirse, porque de esa manera trascenderá su valor genético/cibernético a otra generación. Pero reproducirse no es copiarse, porque esto no agrega valor a su especie; necesita mezclarse, al igual que los genes, con otros seres --compatibles, mas no iguales-- para ingresar mejoras, adaptaciones, incluso provocar o eliminar errores. Entropía y diversidad son la clave para encontrar la supervivencia.

La tecnología nos extiende. Esto es fusionarnos con ella. Nuevas especies de seres humanos vendrán, o bien, ya están aquí. Son las que aprenden en red, se comunican sin cables, para todo y todo el tiempo, de forma abierta, en pequeñas e incontables piezas de pensamiento llamadas tweets, Likes, SMS, y demás gestos digitales. El aquí y el ahora, son lo único, para esa nueva generación. Una red hipercompleja de la que quién sabe qué nueva clase de inteligencia emergerá.

Correcciones, opiniones, sugerencias de nuevas realidades y Anime: @alanlzd. Esta serie continúa la siguiente semana con su tercera y última parte. Si hubo un retraso con estas entregas todo es culpa de Alan Lazalde, que no sabe organizar su tiempo se llenó de otras ocupaciones...