Mientras la Industria del entretenimiento clama por la caída de las ventas de los CDs desde la aparición de Internet, poniendo siempre como ejemplo a la mal llamada "piratería", existen datos contrastados para pensar que no es así, que hay un nuevo negocio, similar en el fondo pero no en la forma, donde los usuarios están dispuestos a retribuir de la forma que ellos creen acorde con los nuevos tiempos. Así lo demuestra el útimo informe del BPI en el Reino Unido.
Las cifras no engañan, desde el año 2004, fecha en la que se creó la primera tienda online de música en el Reino Unido, los ciudadanos se han gastado la nada despreciable cifra de mil millones de libras en música digital.
Este ha sido el resultado del último reporte de la propia BPI, la representación de la Industria Musical en el país, la cual representa a cuatro sellos discográficos y cientos de compañías de música independiente, o lo que es lo mismo, representan al 90% de toda las grabaciones que se realizan en el Reino Unido. Geoff Taylor, presidente ejecutivo de BPI, lo contaba así:
En estos momentos, los fans de la música británica disfrutan de la escena digital musical más competitiva e innovadora en el mundo, impulsando las ventas de singles o álbumes digitales más allá de la marca de mil millones de libras. Esto significa que hay un gran potencial incluso para un mayor crecimiento.
El disco de Adele, el más vendido en el 2011, ya es el álbum digital más vendido en toda la historia del Reino unido. El impulso en el mercado digital está dando sus frutos, tanto para los consumidores, como para las comunidades de la música
Según el mismo estudio del BPI, el 19,5% de la población compró al menos una vez en el comercio digital musical durante el 2010. La gran oferta existente en el país, unido a unos precios competitivos en la red, han logrado que las cifras lleguen a estos niveles. Desde luego, un reporte muy diferente a lo que estamos acostumbrados a escuchar últimamente, donde en vez de innovar, se crean leyes absurdas.