Hace aproximadamente 15 días os contábamos como el presidente norteamericano Barack Obama hablaba de penas de cárcel obligatorias, con un mínimo de 3 años entre rejas, para los llamados hackers. El debate surgía tal vez como respuesta a los recientes problemas graves de seguridad que han visto varias corporaciones, incluyendo el sonado hackeo a Sony, iniciado desde los servidores de Amazon, pero también por el escándalo de WikiLeaks, que filtró y a día de hoy continúa publicando información confidencial de los Estados Unidos.
Con el fin de hacer que los grupos hackers atacantes e individuos que atentan contra la seguridad de las empresas se lo piensen dos veces, se presentó la propuesta legislativa de la que hablaba, y ayer ni más ni menos que el Pentágono lanzaba la siguiente advertencia:
Si cortan nuestra red, tal vez nosotros lancemos un misil a través de uno de sus chimeneas
Esta aparentemente disparatada frase la pronunciaba uno de sus oficiales militares, y visto lo que se propuso, tiene mucho sentido. Se trata de una advertencia a las naciones que intenten poner en jaque a los Estados Unidos mediante ataques informáticos, diciéndoles que si eso sucede, será legal que ellos inicien --continúen, en sus palabras-- una guerra.
Según el Pentágono iniciar un ataque informático será considerado como un acto de guerra donde el uso de la fuerza estará justificado. Toda la información se publica hoy en un informe de The Wall Street Journal, donde se especifican algunos de los detalles de lo que será la estrategia oficial a seguir por el país norteamericano en caso de ciber ataques, y esta incluye incluso ataques de individuos, los cuales podrían comprometer la seguridad de éste.
Si un ciber ataque produce el daño, la muerte o la destrucción equivalentes a lo que podría causar un ataque militar tradicional, nos daría derecho a hacer un uso de la fuerza como represalia.
Personalmente, y aunque no pongo en duda a los servicios de inteligencia estadounidenses, no veo las medidas como algo bueno, ya que los individuos de un país podrían comprometer la seguridad de éste y meterlos en una guerra ya que Estados Unidos podría considerar que se trataba de un acto de guerra. Esto podría pasar además de varias maneras: Los Estados Unidos podrían interpretarlo como un ataque cibernético por parte del país, el atacante podría buscar que Estados Unidos lo interpretara de esta forma, o directamente podría ser Estados Unidos quienes lo pusieran como excusa para invadir un país.