Existe Anime para degustar unas horas, gozar sólo unos segundos y otros, como Ghost in the Shell, para estremecer con ideas la cabeza de generaciones de espectadores. Hablo de música, diálogos, diseño de personajes, dirección, imaginería, filosofía pura, pero también de la ciencia y la tecnología, inteligencia artificial, cyberpunk, y más aspectos que por sí solos son imborrables.

Hoy inició una serie de tres artículos dedicados a esa serie, cada uno abordado desde tres ángulos distintos que representan tres lecturas o abstracciones del mismo objeto. Como es natural, estos posts son escasamente la punta de un iceberg, aunque también la invitación a realizar una reflexión detenida, a la vez profunda, de Ghost in the Shell --o de casi cualquier asunto-- en una época donde la información se desvanece con la fuerza de su propio peso. En este sentido, si lo que buscan son datos y datos curiosos de la saga, aquí no los encontraras. Aquí quiero concentrarme en las ideas. Ah, y una cosa más: tal vez no debas leer más si es que no has visto Ghost in the Shell.

I. El alma

-- ¿Qué es lo que buscas en la oscuridad de las aguas? -- "Por ahora es como si viésemos a través de un cristal empañado."

La Mayor Motoko Kusanagi bucea, observa su reflejo mientras asciende a la superficie del agua, abre los ojos de forma desmesurada, parece absorta en sus pensamientos o bien asombrada de algo que no termina de comprender. Minutos después, en el bote, Batou le hace esa pregunta y en seguida, una voz gélida e invasora que ambos escuchan en su interior, responde.

El océano es la mente de Kusanagi; bucear en él es una metáfora de la introspección: algo excepcional para un cyborg que por cierto tiene como empleo enfrentar los problemas del terrorismo. La oscuridad de las aguas mencionadas por Batou son la confusión del acto filosófico, de la duda, del momento aquel en el que todos nos hacemos la pregunta primigenia ¿quién soy yo? y de la incertidumbre que le acompaña.

Kusanagi filosofa, y, aunque siendo cyborg, pocas respuestas tiene.

Así como la luz no sería luz sin la oscuridad, el Ser carece de sentido sin una realidad que le hospede. El cristal empañado es la realidad empañada. El cristal es la ilusión de la que nos hemos convencido, con la que nos sentimos cómodos, donde estamos ciertos, y todo es tangible, cercano, evidente. El cristal es nuestro pequeño mundo. Pero está empañado. Nuestra realidad, sugiere esa voz, no es transparente porque es parcial, incompleta de las otras realidades o de los otros pequeños mundos.

Como sea, la voz prepara a Kusanagi para lo que viene.

Los cyborgs como Kusangi y Batou son, en cierto sentido, superhumanos o humanos extendidos físicamente. Brazos poderosos, piernas de acero, ojos inmejorables, incluso cierto tipo de inteligencia extra --quizá con mejores algoritmos-- que en conjunto con todo lo demás compone el _ser cyborg_. Kusanagi añade a eso el acceso a una inmensa red de datos, a una Internet que además de hacer instantáneo el acceso a la información, la almacena. Pero aumentar la cantidad de información a la que podemos acceder no evita el confinamiento al que está sometido el Ser.

Estamos confinados en el cuerpo, nuestro shell. Asimismo, también a una sola realidad. Y este es justamente el punto central o uno de tantos, creo, de Ghost in the Shell: que hay otras realidades. Nacemos, crecemos, tal vez nos reproducimos e inexorablemente morimos, y pocas, muy pocas veces, cambiamos de realidad, de paradigmas, de formas de ser y hacer las cosas, de asombrarnos y aceptar lo otro que no conocíamos aunque transgreda todo lo que creímos ser.

Por eso nos fascina The Matrix, por eso fue estimulante Inception, por la poderosa idea de que existe otra realidad, por el miedo a aceptarla o a estar de luto en nombre de nuestra realidad asesinada, aplastada por otras.

El alma de Ghost in the Shell no es la filosofía porque allí se queda, ahogada de sí misma. El alma de Ghost in the Shell es la acción, el paso al otro lado; es convertirte en Alicia y atravesar el espejo, es abrir los ojos e interpretar, analizar, comprender por tu cuenta y lleno de libre albedrío la realidad tal como la concibes: hacer esto es limpiar, aunque sea un poco, nuestro cristal empañado. Es absorber el espíritu del hacker o por lo menos no quedarte en el intento.

Correcciones, opiniones y sugerencias de nuevas realidades y Anime: @alanlzd. Esta serie continúa la siguiente semana con el "maestro de las marionetas". No les adelanto más.