Brian White, analista de Ticonderoga Securities ha ofrecido prometedoras previsiones en torno al lanzamiento del tan largo tiempo postergado iPhone 4 blanco, estimando un notorio incremento en las ventas del terminal. El níveo modelo no sólo atraería a todos aquellos que no hubiesen reparado en el iPhone 4 hasta la fecha, sino también a quienes (por lo visto los hay) decidieron esperar casi un año hasta su lanzamiento, rechazando adquirir el smartphone negro.
El iPhone 4 blanco está disponible desde hoy en más de 28 países, suponiéndose la llegada del hipotética iPhone 5 (iPhone 4S de nimias mejoras según algunos) para septiembre. Hasta entonces el nuevo modelo vendería 1.5 millones de unidades por trimestre, especialmente a raíz del misticismo que los constantes retrasos han imprimido en el teléfono: todos quieren hacerse con uno por el mero hecho de poseer lo que parecía tan lejano.
Un caso similar al de Duke Nukem Forever, juego desarrollado por más de una década que muchos adquirirán por el mero hecho de exhibir su ansiada carátula en la estantería. Dicho de otra manera: consumismo por morbo.
Ayer mismo Jobs confirmaba los motivos del retraso, sobre los que han corrido ríos de tinta. Especulaciones sin sentido que han terminado sepultadas por la versión oficial: la decoloración por incidencia ultravioleta y problemas con los sensores del teléfono, que quedaban afectos por la blanca carcasa.
Así las cosas, no nos extrañe que el año que viene se superen ampliamente los 18.65 millones de iPhones que Apple ha vendido en este año fiscal.
