Tras evaluar el otro día los resultados financieros de Apple y Nokia quedaba clara la disparidad: mientras una mantenía su imparable ascenso hacia las albricias económicas, la otra no tenía más remedio que afrontar el derrumbe definitivo de su liderazgo en materia telefónica.
El gigante finlandés se conforma ya con un 26% de cuota de mercado en telefonía inteligente, cuando en su día llegó a copar hasta el 40%. Sus previsiones también se han visto rebajadas y la compañía confía ahora en su acuerdo de urgencia con Microsoft, con el integrará Windows Phone 7 en sus nuevos terminales.
Con un aumento del 113% a un año vista, Apple vendió en el último trimestre la friolera de 18.650.000 teléfonos. Muchos sospechaban que semejante cifra iba a granjearle el primer puesto en el ranking de fabricantes smartphone. Así ha sido.
Strategy Analytics ha reportado ganancias superiores a los 11.900 millones de dólares para la firma en el segmento de marras, lo que la sitúa muy por encima de los 9.400 millones sumados por Nokia. Alex Spektor, analista de la consultora, recalca así como en menos de cuatro años, los de la manzana han conseguido liderar un mercado que muchos creían le sería receloso por bastante tiempo.
El pasado enero, según informa AppleInsider, Apple ya había conseguido superar a Nokia en beneficios, pero por entonces la comparación se refería únicamente a la división de dispositivos y servicios de esta última, sumando beneficios en conjunto muy superiores a los 11.000 millones que ahora han conseguido alcanzar Jobs y compañía.
Las perspectivas son aún más brillantes para Apple, con un recurrente incremento anual de dos millones en el número de iPhones vendidos. Los expertos esperan mayor ratio en próximos meses, especialmente con el lanzamiento del iPhone 5 previsto para el próximo otoño (si es que no se sacan de la manga un hipotético iPhone 4S)
¿Conseguirá Nokia engendrar algo mínimamente competente junto a los de Redmond? Por el bien del mercado esperemos que así sea.