Más de dos semanas después de que la central nuclear japonesa Fukushima I fuera brutalmente golpeada por un tsunami --provocado a su vez por un terremoto de 8,9 grados-- la situación en las instalaciones sigue sin estar controlada y no solamente eso si no que además en las últimas horas ha empeorado significativamente (que no catastróficamente).

Concretamente TEPCO, la empresa responsable de Fukushima I, ha informado que han detectado concentraciones de plutonio en el suelo en cinco puntos de la central nuclear, lo que empeora las cosas ya que dicha sustancia es extremadamente contaminante por lo que se complican las labores de refrigeración y control que están llevando a cabo los operarios.

Dichas filtraciones de plutonio, que según han reportado fuentes oficiales no son un peligro para la salud, provendrían del reactor número tres ya que de los seis que tiene la planta es el único que utiliza plutonio aunque no se sabe exactamente de qué parte del reactor procede la sustancia (se habla de que podría proceder o del núcleo del reactor o de las piscinas de combustible gastado).

Además a este último varapalo tenemos que sumar también que el día de ayer los operarios de TEPCO detectaron agua con altas concentraciones de radiactividad en el exterior del reactor dos y confirmaron que hay zonas encharcadas de agua contaminada por radiación en los edificios de las turbinas de los reactores uno y tres. De momento no está claro cómo se han producido estas filtraciones de agua y la eléctrica dijo que no es probable que el líquido radiactivo haya llegado al océano.

Por otro lado las críticas hacia TEPCO se desataron ayer tras equivocarse la empresa en sus mediciones de radiactividad; en un primer momento dijeron que el agua contaminada encontrada contenía niveles de radiactividad 10 millones de veces superiores a lo normal para a las pocas horas corregirse así mismos asegurando que se habían equivocado y que los niveles eran en realidad 100.000 veces superiores a lo normal. Por último la compañía ha pedido ayuda a las compañías francesas Areva y Électricité de France para resolver la crisis, las prioridades siguen siendo refrigerar los reactores y restablecer los sistemas de refrigeración de cada uno y a pesar de las filtraciones las últimas mediciones oficiales de radiación indican que los niveles de radiactividad en los alrededores de Fukushima I no han subido.