Las hermanas Yūko y Kyoko Okonogi arriban a la ciudad de Daikoku. Algo raro sucede allí. Según palabras de Yūko esa espesa niebla es señal de problemas en el Espacio. Mientras tanto Densuke, la mascota, aúlla de dolor: su pequeña dueña le arrojó una mochila que le ha atravesado el cuerpo. No hay problema. Densuke es un espectro.
Yuko, la mayor, habla con su madre. Utiliza un teléfono increíble, uno que no es físico ni propenso a la ley de la gravedad. Es un teléfono móvil que funciona mediante gestos. De hecho, son sus dedos índice y pulgar extendidos sobre el puño, al tiempo que la información sobre la calidad de la señal y la llamada aparecen a unos centímetros en el espacio como una suerte de hologramas interactivos.
Cosas más extrañas siguen a continuación. Aparecen cibersustancias regadas por el suelo, también vapores negros provenientes de entes amorfos, virtuales, que corren para no ser alcanzados --¿errores de código, metabugs?--. Cibergatos que maúllan a la par que sus colegas de carne y hueso. Niños que pertencen a una agencia de ciberinvestigación. Tablets que flotan, tangibles y a la vez tan delgadas como una hoja de papel...
Está claro que en la ciudad de Daikoku se funden dos realidades, donde el Internet de la Cosas está en marcha, todo se encuentra hiperconectado y las niñas y niños son hackers --sus abuelas también--. Es el año 2026, cuando es posible vivir inmerso en una Realidad Aumentada.
Según la definición de Ronald Azuma, la Realidad Aumentada es tal cuando combina lo virtual con lo real, es interactiva, en tiempo real y ejecutada en 3D. Y esto es Dennō Coil ("un círculo de niños"), una serie transmitida en Japón durante 2007 preparada por la mente maestra de Mitsuo Iso.
Llena de vida y movimiento, Dennō Coil debe mirarse con calma para no ser atrapado por una pesada red de ideas informáticas, ideas que juntas tejen una historia compleja e interesante, siempre entretenida. Dennō Coil es una oportunidad para vislumbrar la vida más allá de Internet.
Les dejo con la canción del intro.