Un juez británico dedicado a casos de copyright y patentes determinó que las direcciones IP involucradas en un supuesto intercambio ilegal de archivos no tienen por qué identificar a una persona, en consecuencia no responsabilizan a priori a persona alguna por haberlo hecho.

Las direcciones IP son referencias numéricas usadas para identificar entidades en Internet. En el contexto de este caso las entidades pueden ser computadoras o routers de banda ancha para el hogar. [...] NG3 Systems preparó un reporte que enlaza cierto filme con direcciones IP en cierta hora y fecha en una red P2P [...] Probar que una persona posee una fotocopiadora no prueba que ha cometido actos de violación de derechos de autor [...] relacionar dirección IP, filme y red P2P no establece que hubo una violación allí.

Pero, dicen los abogados de la parte acusadora,

¿Qué pasa si el acusado autoriza a otro de usar su conexión a Internet y éste, ignorándolo, usa software P2P e infringe derechos de autor?

¿"Autorizar"? Cuántas manera de interpretar esta palabra, sobre todo en términos informáticos.

Tomemos en cuenta otra situación. ¿Qué tal cuando el router no es seguro o no cuenta con las previsiones de seguridad adecuadas? Esto nos lleva a preguntar, ¿cómo determinar que un router es seguro de forma absoluta, incontrovertible? Más aún, ¿existe un router seguro, inmune a ataques, hackers/crackers, errores humanos que eviten que otros lo tomen como puente hacia el paraíso de las violaciones del copyright? El sentido común --si es que lo tengo-- me dice que eso es un absurdo.

Y yo no sé ustedes, pero yo no soy una dirección IP. Como no soy un número móvil, ni la dirección de mi casa, ni siquiera mi propio nombre. Si el robo de identidad en el mundo analógico es cosa de todos los días, lo es más en el digital. Así que las leyes que asumen o establecen que una persona equivale a una dirección IP hablan de la rabia, ignorancia y terquedad de quienes las legislan o promueven. --Obama quiere un sistema de identidad para Internet, pero este tema merece otros posts--. Si aquellos insisten en encarcelar gente por descargas ilegales en función de un número tan pero tan vulnerable como la dirección IP, que usen otros argumentos.

Vía: Ars Technica y Publico.es | Imagen: Laughting Man, de Ghost in the Shell

10 respuestas a “No somos direcciones IP”