He de confesar que siempre que cuando me gusta algo tarde o temprano término comprándomelo, pero normalmente no suelo comprar cosas de forma realmente compulsiva o que no necesite, aunque si es cierto que en alguna ocasión he comprado algo que finalmente he terminado usando menos de lo que pensaba. Por ejemplo, cuando me compré la PlayStation 3 pensé que le daría mucho más uso de lo que actualmente le doy, pero simplemente no es porque no vaya a jugar, sino porque no tengo el tiempo para hacerlo.

Esto es algo que aplico mucho en productos tecnológicos, que son de los que más consumo y que normalmente tienen un precio muy alto, aunque si es cierto que en alguna ocasión he comprado sin analizarlo tan a fondo como suelo hacer normalmente, aunque por suerte después no me he tenido que arrepentir de ninguna compra.

Las cosas que evalúo son muy sencillas y lógicas, pero a veces las pasamos por alto. Comparto con vosotros los elementos que yo suelo valorar:

  • ¿Lo necesito, me será útil?: esta pregunta tan sencilla en primer lugar sirve como criba para tirar para atrás muchas compras que no deberíamos hacer. Comprar cosas que después no usamos y que simplemente dejamos que cojan polvo es algo que no deberíamos hacer. Con el dinero que ahorremos podemos comprarnos algo que realmente nos dé mucho beneficio.

  • Su precio es muy alto, ¿realmente lo vale?: en una sociedad consumista otros de los grandes defectos es valorar las cosas por su precio que por realmente su valor. Más caro no siempre significa mejor. Aunque a muchos el que una cosa sea cara lo hace exclusiva y por lo tanto, es un motivo para hacer la compra.

  • ¿Durará todo el tiempo que lo necesito?: esta también se las trae y es que los plazos de vida de algunos productos tecnológicos son muy cortos. Esto es algo con lo que vivimos desde hace mucho tiempo con los ordenadores, a los pocos meses ya se han quedado viejos. A veces esto hace que sea mejor irse a un producto más caro si realmente nos durará más tiempo, lo cual no es mala idea del todo.

  • No todo tiene porque ser nuevo: lo normal es que cuando queramos comprar algo vayamos a una tienda o una grande superficie y compremos el producto nuevo, ¿pero por qué no miramos en el mercado de segunda mano? El tiempo me ha demostrado que si nuestro nivel de exigencia no es demasiado en cuanto a garantías y disponemos de tiempo para hacer una búsqueda más detallada, podemos encontrar productos muy buenos y en muy buen estado de segunda mano. Ojo, esto también depende del tipo de producto, no todos tienen una buena disponibilidad.

  • ¿Y si después resulta que no lo uso tanto como creía?: como bien he dicho antes a mí esto me pasó antes con la PS3, no es nada grave que esto pase, nuestras vidas cambian y lo que usamos hoy puede que mañana no lo hagamos. En ese caso no todo está perdido, bien lo podemos dejar cogiendo polvo, regalar a un amigo/familiar o poder recuperar parte del dinero de la compra vendiéndolo de nuevo. Para ello, tenemos que hacer algo que mucha gente no suele hacer: cuida tu compra, no lo dañes, cuanto en mejor estado este, más fácil será venderlo.

Como he dicho, en alguna ocasión he comprado productos sin hacer demasiado caso a estas pequeñas reglas que me suelo fijar, por ejemplo, cuando salió el iPhone 4 no lo pensé tanto como otras veces, quedé muy satisfecho con el iPhone 3G y después de saber que la nueva generación del smartphone de Apple no era una bazofia --en mi opinión-- fui a comprarlo el primer día que estuvo a la venta. Sobre los productos de segunda mano, hay una compra de la que estoy muy satisfecho y no es tecnológica, es mi coche, que me compré hace ya casi dos años, un Opel Astra Coupe Bertone, simplemente me entró por los ojos, la segunda vez que pasé por el concesionario y lo vi lo encargue. Este ha salido muy bueno, como algunos otras compras que he hecho de segunda mano, donde ya digo, se pueden encontrar cosas muy interesantes.

Ahora me gustaría, querido lector, que hagas valores estas pequeñas reglas que suelo usar y por supuesto, si tienes alguna otra que suelas usar antes de hacer tus compras, nos las indiques en los comentarios para que el resto de nosotros podamos continuar aprendiendo y que el consumismo compulsivo no nos lleve por delante.

Imagen: SlipStreamJC