Grupo Carso, el corporativo del magnate mexicano Carlos Slim, ha decidido retirar la publicidad de sus empresas de los dos miembros del duopolio televisivo en el país, Televisa y TV Azteca. En el caso de Televisa, el diario The Walt Street Journal adelantó que Slim tomó está decisión después de que los de San Ángel Inn decidieran subirle las tarifas hasta un 15%; mientras que TV Azteca le habría incrementado los precios en 20%. No obstante, hay más razones detrás en ambas situaciones.
La verdadera razón detrás del cese con Televisa podría ser una represalia por la investigación que ordenó dicho consorcio a la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) en contra de Slim. Telmex --la empresa telefónica de Slim-- lleva años tratando de entrar al negocio del triple play: ofrecer telefonía, Internet y televisión por cable. Aún no consigue la concesión para el último servicio, sin embargo, logró hace tiempo un acuerdo con MVS Comunicaciones para facturar Dish, un servicio de televisión satelital. Este enroque enfadó a Televisa, quien ha visto como los números de Sky --su oferta de televisión de paga-- han menguado severamente, al grado de perder más de dos millones de clientes.
Con esta decisión, Televisa podría perder hasta 75 millones de dólares por concepto de publicidad, lo que representa hasta 4% del ingreso por este concepto para la empresa. Los roces entre ambos titanes, Azcárraga Jean y Slim, se veían venir para este año. Con la concesión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el uso de fibra óptica, así como el convenio en suspenso con Nextel, Televisa tiene la mesa puesta para entrar en el negocio de la telefonía móvil, uno de los bastiones de Slim en México.
Días después, Grupo Carso también anunció que retiraría todos los contratos de publicidad con TV Azteca. Aquí, la discordia se centraría en una negociación de las tarifas de interconexión de Telmex. Arturo Elías Ayub, vocero de Slim, mencionó que TV Azteca condicionó un descuento en las tarifas, siempre y cuando Telcel y Telmex accedieran a bajar sus precios de interconexión con Iusacell, otra empresa de telecomunicaciones en México, propiedad --al igual que la cadena televisiva-- de Ricardo Salinas Pliego. Telcel ofrecía una cuota de 95 centavos (0.05 euros) el minuto, cifra similar a la que mantiene Telefónica en España.
Por supuesto, el distanciamiento entre Slim y el duopolio televisivo mexicano ha desatado una cantidad impresionante de rumores. Sin duda, el que más fuerza ha cobrado es la posibilidad de que Slim esté preparando su propio canal de televisión en México. La especulación no es infundada, pues hace tiempo que el magnate incursiona de a poco en este rubro. Desde noviembre de 2010, Slim se ha enfocado en la creación de contenidos para TV, teniendo como primer mercado a Colombia. Desde ese momento, se dio una declaración de guerra tácita con Televisa, el productor de contenidos más grande de América Latina. Además, Cofetel anunció que se podrían licitar dos cadenas de TV abierta para este 2011, que presumiblemente serían ocupadas por Once TV y Multimedios Televisión. La puerta está abierta: ahora que la amistad entre Grupo Carso y las televisoras mexicanas está fracturada, ¿será que Slim redoblará esfuerzos para entrar en el espectro televisivo nacional?