¡Señoras y señores, ya es viernes! Y como parte de las ideas positivas que nos vienen bien para los dos días de descanso que ahora comienzan os vamos a aportar la siguiente imagen, bastante descriptiva: un MacBook Air colocado sobre un iBook G3.
¡Cuánto ha sucedido en diez años, los que separan a un producto del otro! Primero el tamaño, cinco centímetros de alto en el caso del iBook frente a los escasos 1,7 cm (por su parte más gruesa) en el caso del MacBook Air. Luego el peso, un kilogramo frente a tres. Quizás sea una de las mejoras tecnológicas que más agradecemos los que estamos siempre en movimiento: la reducción.
Pero lo más importante ocurre en el interior. Recordando que estamos comparando los modelos portátiles más revolucionarios de su tiempo (que no los más potentes), tan sólo en diez años la capacidad de disco se ha multiplicado por ocho (y es SSD), la RAM se ha incrementado en veinte veces, la velocidad del procesador en cinco (Y ahora es doble) y la vida de la batería a más del doble. Todo con un mejor sistema operativo capaz de realizar muchas más funciones gracias a la proliferación de aplicaciones de la plataforma Mac.
Visto lo visto, ¿alguien quiere volver al pasado tecnológico?
Vía: MacStories