Si se confirma la llegada de Netflix en España, muchos nos encontraremos por fin con un servicio rompedor del que hasta ahora sólo habíamos oído hablar. Netflix y similares, bien podrían ser el cambio que podría dejar a todos satisfechos. La Industria audiovisual vería con buenos ojos un producto capaz de generar dinero entre los usuarios en la red, por su parte, muchos de los usuarios (entre los que me incluyo) estaríamos dispuesto a pagar una tarifa. Un precio mensual en el que accederíamos a un abanico de material audiovisual de calidad, con una biblioteca enorme, donde se cuidan los lanzamientos, donde cada día podrías entrar y disfrutar de aquello que quisieras, sin esperas, en alta calidad, con derecho propio a un mundo audiovisual que en Estados Unidos es líder por un sencilla razón, es el presente y futuro, está dirigido a tí y a mí, lo que pides lo tienes y nadie te engaña.

Sí, quizá todo esto os suene, ya lo tenemos en España, y gratis, ¿cuántas páginas no existen ya en la red con contenidos similares? Realmente no es así, el problema hasta ahora, es que el streaming no ha pasado a ser negocio. Si, existen algunas webs que ofrecen el contenido y el paquete "parecido" a Netflix, pero no hay ninguna que aglutine la cantidad de material que ofrecen estos y la forma de hacerlo. El streamig debe ser el siguiente paso evolutivo en el que la industria audiovisual debe apostar y con el que se adapte por fin a los nuevos tiempos. Algunos sabréis como funciona este tipo de productos, a otros quizá todavía no os suene de nada ¿Netflix? Bien, esto es Netflix a día de hoy en Estados Unidos:

Netflix

Netflix es un modelo de negocio que nació en 1997 en Estados Unidos y que actualmente ofrece material audiovisual en streaming (cine, series, documentales, música) a través de una cuota mensual que paga el usuario. A diferencia de las luchas que tenemos ahora mismo por aquí, anclados en el pasado, este modelo triunfa en Estados Unidos y todos salen beneficiados.

Sus fundadores comenzaron la andadura del sistema como un videoclub de alquiler. Pagabas y ellos enviaban la película, lo que fue un videoclub se convirtió en un éxito saltando a un producto innovador. Cuando el DVD comenzaba a flaquear y no se le veía retorno, cambiaron las reglas en el 2007.

¿Cómo? Pasaron a configurar el primer gran modelo de streaming. Fuera soportes físicos, la banda ancha le daba pie a comenzar a ofrecer un servicio de gran calidad que ofrecía lo que querías al momento a través PPV. Ese año se pagaba una hora de contenido por un dólar. En 2008 revolucionaron el sistema, ofreciendo por fin tarifa plana ilimitada. Había llegado el gran cambio que confirmó a Netflix como pionero.

Durante el 2009 y el 2010 firmaron con las grandes productoras, por lo que a la calidad del producto, los usuarios tenían una colección abrumadora de contenidos. Todos ganaron, productoras, compañía, industria y el usuario que es lo que nos importa. Por primera vez existía un servicio que no miraba sólo por los interés propios, si no que escuchaba al usuario, la gente obtenía lo que quería y de la mejor forma posible, al instante, sin publicidad, con calidad y pagando porque lo merecía.

¿Aún pensáis que es preferible pagar por el sistema actual? Bueno, el acceso a la base del sistema tiene un precio que resulta imposible no hacer una comparativa con el que tenemos aquí. Un mes de Netflix, un mes de cine, series, documentales, conciertos… ilimitado, nos sale por 7,99 dólares al mes (5,97 euros). Llegados a este punto me gustaría repetirlo apenas 6 EUROS!!!!!

Ahora sería el momento de volver a España y preguntarme: ¿Cómo puede ser que esto no lo tengamos ya aquí? ¿Cómo puede ser que cueste más un DVD de cine, serie o concierto que todo un mes de contenidos de primera línea de manera ilimitada? ¿Cómo puede ser que nos hayan engañado durante tanto tiempo? La respuesta, claramente, no es otra que la que hemos estado indicando tantos meses. A cuestas con el pasado, la industria aquí es más débil y reacia al cambio, principalmente por motivos económicos, por lo tanto el miedo al trasvase es una lacra imposible de largar de un día para otro. Este es el modelo, no Netflix, sino su concepto en sí. Yo estoy dispuesto a pagar por ello, porque lo vale. La industria audiovisual jamás puede volver a pensar en lo que fue. La industria no puede imponernos más lo que ellos quieran, se acabaron las imposiciones. Este es un negocio de presente y futuro, en el que los autores verían recompensado su trabajo y nosotros, obviamente, obtendríamos el feedback que hasta ahora no hemos recibido de nadie por aquí…. ¿Vosotros cómo lo veis?