Esto tenía que ocurrir tarde o temprano, el movimiento revolucionario que estamos viviendo estos días en Internet es asombroso: cientos de réplicas de WikiLeaks, ataques a aquellos que los bloquean, cientos de miles de firmas para la liberación del creador de la organización, algún gobierno también aloja las filtraciones de esta organización. Pero no todo es a favor de WikiLeaks: intento de callar a su creador, bloqueos del proveedor de hosting (Amazon), su gestor de DNS (el que permite que desde su dominio se pueda acceder a la página) y bloqueo de las cuentas de Paypal son solo algunos ejemplos de lo que el gobierno de Estados Unidos está dispuesto a hacer por parar lo que se le escapa de las manos: Internet.
Ante esta situación, que algunos llaman la Primera Guerra Cibernética, no todos los que están en WikiLeaks están del todo contentos con su funcionamiento. Sobre todo por la verticalidad que Julian Assange ha inculcado a la organización. ¿Quién decide qué se publica y qué no? Ante esta situación algunos de los pertenecientes a WikiLeaks han decidido desligarse a dicha organización para crear un nuevo grupo: OpenLeaks. Si bien el objetivo final es el mismo: obtener información negada a los ciudadanos, las formas son muy distintas.
El otro día os contaba el artículo que The Australian publicó el día de la detención de Julian Assange, escrito por el mismo. En dicho artículo Julian Assange contaba que lo que el pretendía crear con WikiLaeks es lo que el llama periodismo científico, donde la información es verificada por expertos en las materias y junto a las noticias se publica la fuente de dicha información: el documento que lo verifica.
Y ahora nace OpenLeaks de la mano de varios voluntarios que provenían de las propias filas de WikiLeaks. Al no estar de acuerdo con las propias líneas de Julian Assange, donde era la dirección quien decide qué y dónde se iban a ir filtrando los contenidos, OpenLeaks pretende crear un sistema en el cual la información tal cual llega a la organización sea enviada a los medios, actuando como una agencia de prensa. La principal diferencia, y la que menos me gusta, es que los documentos los verificarán los medios que reciban la información y OpenLeaks tan solo funcionará como intermediario entre el ciudadano anónimo que tiene el documento confidencial y los medios de comunicación. Con WikiLeaks esto no es así, tienen una red de expertos sobre todo tipo de temas que comprueban la veracidad de dichos documentos. El problema que tendrá OpenLeaks es que podrían llegar a los medios informaciones falsas o incluso el tratamiento incorrecto de la información por parte de los receptores. La pregunta que me hago yo es si OpenLeaks, al igual que hace WikiLeaks, publicará los documentos originales de tal forma de que a los medios nos les quede otro remedio que publicarlos junto con sus publicaciones.
Pero sin continuar metiéndonos en el funcionamiento de la nueva organización, que ya veremos cual es su funcionamiento una vez esté operando, me parece sumamente importante que poco a poco se vayan creando nuevas iniciativas que fomenten la transparencia de los gobiernos y las grandes corporaciones, os recuerdo que WikiLeaks ha dicho que su nuevo objetivo son las grandes empresas.
¿Pero de qué tienen miedo los gobiernos? ¿Tienen algo que ocultar? Se sacan fotos constantemente juntos, estrechándose la mano, comiendo todos en amor y compañía y ahora han venido a destaparles las vergüenzas. Sus trapos sucios, su forma de trabajar de manera tan monstruosa. El otro día podíamos leer que el 85% de los americanos cree que WikiLeaks es un peligro para los Estados Unidos, pero yo me pregunto: ¿Es tan difícil buscar un objetivo común a todos los ciudadanos? WikiLeaks será un peligro para los Estados Unidos, pero Estados Unidos lo es para la política interna de España, como podemos ver con el caso de la Ley Sinde. Y si eso no fuera poco, paises como el nuestro, aceptan esas presiones, que van completamente en contra de la voluntad de la ciudadanía hasta el punto, como he dicho, de aceptar una ley impuesta.
Estamos ante una gran revolución, la primera revolución en la que los ciudadanos tienen un medio que "no se puede controlar", y cada vez menos, para tomar las riendas de nuestros gobiernos. ¿No os parece un gran cambio? Que las cosas se hagan por el interés de todos y no por el interés de unos pocos. Por cuando el gobierno de Estados Unidos actúa en interés de sus ciudadanos, lo hace en detrimento de los intereses de los ciudadanos de otra nación.