Fue hace menos de un año, 200 días, cuando la Agencia Espacia Japonesa (JAXA), decidió mandar la sonda 'Akatsuki' rumbo al planeta Venus, y ésta se ha pasado de largo. El objetivo de la misión era poner en la órbita de Venus para una misión de exploración que duraría los dos próximos años, con el objetivo de hacer el primer mapa en tres dimensiones de la atmósfera de este planeta. Es la tercera vez que la JAXA intenta poner en órbita de algún planeta del Sistema Solar una de sus sondas, las anteriores se trató de la sonda 'Nozomi' que intentaron ponerla en órbita de Marte en dos ocasiones: una en 1998 y otra en 2003, finalmente tuvieron que desistir las misiones por los continuos fallos técnicos de la sonda, por lo que la nave fue abandonada en el espacio.

Sin duda, es un duro revés para Japón, que lleva años intentando convertirse en una potencia en la exploración del espacio pero no lo ha conseguido. Esta misión no le ha salido nada barata: solamente les ha costado 230 millones de euros mandar la sonda a Venus, es un fallo más a anotar en la carrera espacial japonesa.

El fallo técnico que han tenido esta vez, ha sido relativo a la distancia necesaria para efectuar la frenada que le permita entrar en órbita en el planeta. Así que literalmente la nave se ha pasado de largo. Esto hace que ni haya podido entrar en la órbita, ni se haya podido rectificar la trayectoria de la sonda para hacer un segundo intento. Pero Japón no pierde la esperanza: Masato Nakamura, el científico que está detrás de la misión, cuenta con que dentro de 6 años cuando la trayectoria de la nave y el planeta vuelvan a estar en disposición de entrar en órbita de nuevo, aprovechen dicha ocasión para comenzar la misión que debería empezar ahora mismo.

De todas formas, no es la primera vez tampoco que una misión, en principio infructuosa, finalmente ha llegado a buen puerto. La sonda 'Hayabusa' tuvo serios problemas para regresar a casa, pero finalmente fue traída de vuelta y la misión pudo ser completada.