Mucho antes de que el software fuese el negocio que es hoy en día, el centro de la computación estaba en las principales universidades del mundo. Y por más que el desarrollo de software y sus derivados sean una de las industrias de mayor crecimiento en todo el mundo, no debemos olvidar que en el fondo se trata de una ciencia (o un arte).

Por eso es que el movimiento del software libre es algo tan importante y excede al desarrollo de software, ya que plantea que el conocimiento debe ser construido por la comunidad, para la comunidad. Más que un planteo ético, político o técnico, es un planteo social.

Si hay un país cuyo crecimiento esté en gran parte sustentado por el software es India. Y en estos días se está llevando a cabo allí una convención nacional de investigación científica y técnica organizada por el Movimiento de Software Libre de India.

Del evento participó A. P. J. Abdul Kalam, ex Presidente del país y quien habló justamente de la importancia de trasladar la cultura que permea el software libre a las demás ciencias, de donde se originó el mismo. Porque hubo un momento en que el conocimiento científico no tenía como objeto lograr licitaciones y patentes para una que otra multinacional, pero eso es otra historia.

Kalam pidió entonces a científicos e investigadores de todas las áreas que "abracen la cultura del software libre en sus propios campos" y trabajen en redes abiertas que puedan tanto mejorar la situación del mundo como desarrollar nuevos talentos.

El ex Presidente puso como ejemplo, en este sentido, los trabajos que se están realizando en el mencionado país para el desarrollo de nuevos medicamentos, de manera abierta y con un régimes de patentes radicalmente distinto al habitual.

Kalam explicó:

Las fuerzas del mercado desalientan a las compañías farmacéuticas de trabajar en medicamentos contra enfermedades infecciosas como tuberculosis o malaria, que afectan a un sector tan importante del mundo. Sería inocente esperar que la investigación de dichos medicamentos se convierta en un negocio lucrativo en el modelo actual.

Más claro imposible, en un mundo en el que todo es un negocio, alternativas más humanistas, sociales y técnicas, pueden representar una verdadera solución en algunas zonas vacías, espacios poco interesantes para los grandes conglomerados en busca de ganancias. Claro que esto no quiere decir que no tendría que haber farmacéuticas ni empresas, sino que justamente (como sucede en el software), el FLOSS es un verdadero complemento, más social y humano, ya que implica también libertad de investigación, algo que también ha sido olvidado en el mundo moderno. Evidentemente la cultura libre puede aportar mucho, muchísimo, al mundo.

Vía: The Hindu

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