En mayo de 2010, el científico Craig Venter deslumbró al mundo al desarrollar la primera forma de vida sintética, abriendo un amplio abanico de posibilidades para la creación de organismos a la medida. De inmediato, el presidente Barack Obama se interesó en los alcances de esta nueva disciplina, por lo que creó un comité de bioética que analizaría durante seis meses los pros y contras de la biología sintética.
Este jueves, la comisión ha emitido 18 recomendaciones en su primer reporte. El panel consistió en 13 expertos en políticas públicas, científicos y bioéticos, quienes analizaron a detalle las implicaciones -- tanto positivas como negativas -- de esta incipiente ciencia. El comité vio con buenos ojos el impulso a la biología sintética, pues el eventual desarrollo de partes biológicas creadas en el laboratorio podría ayudar a salvar vidas. Sin embargo, los analistas también coincidieron en que se necesita de supervisión federal debido a los riesgos que conlleva esta nueva disciplina, aunque indicaron que se puede ejercer sin interferir en los programas científicos.
Entre las recomendaciones más importantes del comité de bioética resaltan:
- Que la Oficina Ejecutiva del Presidente, a través de la Oficina para Políticas de Ciencia y Tecnología, coordine a las agencias federales que vigilen áreas relacionadas con la biología sintética, como las patentes y la recaudación de fondos.
- Que la Oficina Ejecutiva del Presidente se mantenga vinculada con grupos de investigación independientes (tipo "Hágalo usted mismo") para asesorarlos en cuestiones de salud y seguridad.
- Que el Departamento de Estado, junto con el de Salud y el de Seguridad Doméstica colaboren con los gobiernos del mundo, así como con organizaciones internacionales como la OMS, para promover el diálogo en torno a esta nueva disciplina.
- La creación y establecimiento de foros para mejorar el conocimiento público sobre este campo.
- La impartición de clases educativas sobre los dilemas éticos de la biología sintética debe ser indispensable como parte de la instrucción de jóvenes investigadores, ingenieros y otros profesionales de esta nueva ciencia.
En la lista de ventajas de la biología sintética destaca la producción de biocombustibles, muy importante debido a que Estados Unidos busca con tenacidad una alternativa que le permita terminar su dependencia a los combustibles fósiles. También se especula que esta nueva ciencia podría permitir el desarrollo de medicamentos y vacunas más resistentes. En contraparte, el mayor temor de la comisión es la liberación accidental de algún organismo creado en el laboratorio, lo que podría impactar de formas negativas en los ecosistemas -- en cierto modo, muy parecido a la crítica que se hace a los transgénicos como causantes de la extinción de la biodiversidad.