ISO para definirlo de la manera más sencilla y hablando de fotografía es la sensibilidad a la luz, en el caso de las cámaras analógicas el valor ISO es propio de la película que se emplea, en el caso de la fotografía digital se refiere al sensor de la cámara, pero en cualquiera de los casos el ISO es más que un simple número, y a muchos de nosotros hasta lo podemos considerar un malvado que atenta contra la buena calidad de nuestras fotografías. Sin embargo, ¿Es correcto pensar que el valor ISO es sagrado y por lo tanto no deberíamos subirlo jamás?.
La respuesta obvia es: No. El valor ISO está allí como el resto de los parámetros de configuración de disparo y dependiendo de la situación podemos echar mano de él para usarlo a nuestro favor. Generalmente asociamos el ISO a un elemento desagradable en nuestras fotografías, el ruido. De nuevo es necesario cuestionarnos, ¿El ruido es algo negativo? En este caso la respuesta es un rotundo: Depende. Pero es necesario entender que el ruido siempre está presente en la fotografía, y que ISOs bajos generan poco ruido, pero a medida que lo incrementamos entonces el efecto se hace más visible.
En ciertas ocasiones cuando el ruido es excesivo, seguramente desechemos la fotografía. Pero hay otros casos donde el ruido es tolerable y como solución siempre se puede recurrir a la conversión blanco y negro, por ejemplo, en ciertas fotografías nocturnas donde la temperatura de color de las luces de la calle es bastante mala y siempre hay distintos tipos de luz.
Pero volvamos a la pregunta que titula este artículo, ¿El ISO alto es bueno o malo? Ya podemos hacernos una idea que la respuesta es: depende de la situación. Lo más lógico es no abusar de los altos ISOs, pero cuando no disponemos de un buen trípode y las condiciones de iluminación son precarias, entonces subir el valor ISO será la solución (suponiendo que la apertura de diafragma está a tope y la velocidad de obturación es lenta), con esto ganamos velocidad.
Algo que es fundamental conocer es que las cada cámara maneja el ruido de manera particular, por lo tanto debemos experimentar con nuestra cámara y conocerla, de modo que conozcamos su comportamiento a medida que aumentamos el ISO, pero en ningún momento debemos temer el atrevernos a subirlo.Por ejemplo, la fotografía que acompaña a este articulo fue realizada con una Canon 7D a ISO 4000, el ruido es apreciable sin embargo no resulta molesto y la imagen no deja de ser atractiva.
Y los amigos lectores que opinan, ISO alto: ¿Amigo o enemigo?
Foto: Lines Ekenstam