No hay duda que la luz es el alfa y el omega de la fotografía, por eso mismo ya te habíamos comentado anteriormente acerca de la importancia de la luz en la fotografía. Entender el comportamiento de la luz nos abrirá un sinfín de oportunidades creativas que nos llevaran a obtener fotografías extraordinarias.
Toda fotografía necesita luz, pero no cualquier luz. Es muy poco probable que podamos hacer fotografías de calidad si la luz no es la adecuada. Pero, ¿Cómo es posible conseguir la iluminación adecuada en exteriores si el sol es un factor incontrolable? La respuesta es tan sencilla como decir: Todo depende de la hora. La fotografía documental y de exteriores es la que más disfruto, y una de las primeras cosas que aprendí es que debía aprovechar las horas del día, adaptarme a ellas.
A lo largo del día la calidad de la luz es variable, en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde la luz tiene un color cálido, mientras que al mediodía es mucho más azulada. Esto ocurre debido a la dispersión a que la luz solar es reflejada, refractada y absorbida por las partículas de polvo y agua en la atmósfera, lo cual ocurre de manera no uniforme, es decir, para distintas longitudes de onda de la luz en diferentes cantidades.
Según las horas del día el comportamiento de la luz solar será el siguiente:
- Al medio día, el sol cae de pleno y la luz se desplaza directamente a través de la atmósfera, a esta hora la dispersión es muy reducida y la luz del sol presenta una tonalidad azul-blanca.
- En la mañana y en la tarde, la posición del sol en el cielo es baja por lo que la luz tendrá que recorrer más atmósfera. Las longitudes de onda corta (azul) de la luz se dispersan más que las longitudes de onda larga (roja), lo cual genera una luz más cálida.
- Media hora previa al amanecer y o la del atardecer, y la media hora posterior a estos, aproximadamente, es la que corresponde a la hora azul, de la cual te hemos hablado antes.
Generalmente la luz cálida produce imágenes más atractivas, especialmente en paisajes y edificios. Por esto es que uno de los consejos más usuales es que empleemos las primeras horas de la mañana o las últimas horas de la tarde para una salida fotográfica. Sin embargo, en ocasiones el ángulo del sol implica que el sujeto de nuestra fotografía se encuentre completamente en la sombra, lo cual no es idóneo. Afortunadamente, la posición del sol se mueve durante el día. La recomendación es esperar en el sitio hasta que el ángulo de la luz solar nos resulte favorable, recuerda que una de las mayores virtudes de un buen fotógrafo es la paciencia.
Foto: Andrew Stichbury