Todos recordamos aquel Think Different que desde siempre ha caracterizado a la compañía del señor Jobs. Un canto a la distinción que puede que esté diluyendose (desde un punto de vista comercial) por la popularización de productos otrora poco amigables a grandes masas, pero que sigue intacto en determinados valores corporativos. Señas de identidad que quedan patentes en las peculiares keynotes de Apple, en sus políticas laborales o incluso en sus tan en boga Retail Stores.
Ese pensamiento diferencial es lo que falta en muchas otras grandes firmas, que tienden al plagio descarado de las exitosas ideasde sus competidores. Esta asunción de genialidades ajenas no sólo se produce por parte de quienes intentan arrebatarnos cuota de mercado, sino también de quienes operan en áreas de actividad bien diferenciadas.
Es lo que va a ocurrirle a Apple con el sector financiero, en el que recordemos tiene una importante penetración. Al parecer, el gigante Citibank tiene planteado abrir una de serie de sucursales exclusivas por toda Europa que beberán del diseño y el concepto de las Apple Store.
París, Londres o Berlín son algunas de las 100 ciudades en las que, según el Financial Times, el grupo bancario está adquiriendo grandes locales diáfanos para acristalarlos y convertirlos en oficinas de lo más futurista e interactivo, al estilo de las "Smart Banking Stores" que Citibank ha abierto en Asia.
Hablamos de paneles táctiles por doquier, sistemas de videoconferencia para uso de los clientes, enormes paneles en los que desplegar la información bursátil en tiempo real...
Hay que reconocer que, independientemente de nuestra mayor o menor simpatía por los productos Apple, sus tiendas son de lo más atractivo y la minimalista presentación de sus productos enamora, así que no es de extrañar que intenten extrapolarse a otros negocios.