Street View Prank

Ya les contamos sobre las idas y venidas del caso de Alemania contra Google Street View, que consiguió ser el primer país donde las personas podían decidir si no querían que sus casas se muestren en el servicio de Google Maps. Hoy finalmente se conoce cuantos habitantes de las 20 principales ciudades alemanas dijeron "¡no!" a Street View: 244.237, lo que en una población de 8.458.084 abarca a tan solo el 2.89% de los hogares, que serán blureados en las fotos que tomó Google.

Se espera que las ciudades alemanas esten online en unas semanas, pero Google ya anticipa que probablemente no alcancen a editar a tiempo las imágenes y quitar todos los hogares que lo solicitaron, porque es un proceso bastante complicado y engorroso, y porque además, en algunos casos las personas pidieron excluirse de Street View pero no dieron la ubicación exacta de sus casas (¡FAIL!). De todas formas una vez que esté el servicio esté activado, se podrá volver a solicitar la opción del borroneo de casa a través de la herramienta de "Informar un problema", como se puede hacer también cuando falla el sistema automático de protección (borrón) de rostros y patentes de automóviles que actualmente funciona para todas las ciudades. Para procesar el caudal de pedidos de opt-out (que además fueron verificados enviando un PIN por correo postal a los solicitantes), Google contrató a unas 200 personas adicionales en Munich y Hamburgo.

Un detalle que me pareció curioso, es que según un vocero de Google en Hamburgo, cuando se trate de un edificio de departamentos, si un habitante ha dicho que no quiere salir en Street View, se tapará el edificio completo y ¿qué pasa con los que no tengan problemas con que se vea su hogar, o hasta quieran que se vea? ¿Veremos disputas por aquí? Es genial que se respete la privacidad de los que la pidan, pero si es a costa del derecho de los demás a elegir lo contrario, estamos en un área gris. Sin contar el hecho de que, aunque sería posible un Google Street View sin gente y con edificios borroneados, serían como ciudades fantasma, y le quitarían uno de los atractivos del servicio como una forma de visitar lugares que no podemos visitar en persona, además de que le quitaría la diversión de encontrarnos con cosas como la de la foto (que fue una broma de un par de amigos de un conductor de los autos de Google en Noruega) al pasear por las distintas ciudades del mundo.

Google Street View ha tenido un año lleno de problemas con gobiernos y ciudadanos enojados, no sólo por el descontento que causa que pueden publicar fotos de nosotros o nuestras casas, sino también por el descubrimiento de la recolección de datos de redes WiFi que hacían los autos que fotografían las calles, que alegaron no fue intencional, y que ya han anunciado que no volverán a hacerlo nunca más.

Tal vez semejante movida para dejar contento a sólo el 3% de un país sea un tanto desproporcionado, aunque yo siempre soy partidaria de darle a la gente opciones, porque aunque se trate de un grupo pequeño, sus derechos son igual de importantes que los de la mayoría. Mi duda es cuanto se difundió realmente el problema en cuestión, o a cuanta gente realmente no le importó tanto como para tomarse el rato para completar la solicitud online o enviar una carta a Google. Vemos seguido que un puñado de personas se rasgan las vestiduras porque su privacidad está en peligro (Facebook es el blanco más frecuente), pero a fin de cuentas a la gran mayoría de personas el tema realmente no les mueve un pelo. Pero repito siempre lo mejor es que las empresas, por más que sean empujadas por presiones gubernamentales, decidan jugar limpio y ofrezcan la posibilidad de elegir.

Hay que ver ahora si el caso de Alemania sienta precedente y las próximas ciudades que Google releve para Street View (¿para cuándo Buenos Aires, Google?) ya vengan con la posibilidad de salirse si no nos gusta. A mí personalmente no me molesta, después de todo es tan fácil pasar con una cámara por cualquier lado y hacer una foto, y ni hablemos de la cantidad de cámaras de seguridad que hay regadas por doquier que constantemente nos observan. Para mí la regla es simple, los espacios públicos son...públicos, la protección de la privacidad se aplica puertas adentro. Y ustedes ¿pedirían que Google los elimine a ustedes o a sus casas?

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