Lo que inició como un concurso de entretenimiento podría terminan en una verdadero lío legal. Miss Twitter México es una competencia organizada por Gabriela Piña, en el cual las usuarias de la red social se suscriben para participar en este certamen. Mediante un sistema de nominaciones y votaciones, un jurado califica a "aquellas nominadas que tengan los tweets más creativos, los más relevantes, con mejor información y que sirvan como servicio a la comunidad".
Hace una hora comenzó a circular por Twitter un enlace con información sensible de varias de las participantes (lo omito por respeto a la privacidad de terceros). En esta base de datos se incluyen el nombre completo, correo electrónico, cuenta de Twitter, teléfono, lugar de residencia y clave de IFE (credencial para votar), así como una liga a una fotografía de la concursante. A través de la red social están apareciendo mensajes diversos, los cuales van desde las advertencias, las bromas, hasta algunas amenazas.
Desde mi punto de vista, los organizadores del certamen deberían ponerse las pilas para arreglar este asunto lo antes posible. Si yo fuera una de las concursantes, estaría tremendamente molesta porque mi información sensible está rondando por todas partes. Una de las cuestiones más importantes en estos casos es el manejo responsable de los datos. No es para tomarse a la ligera: recordemos que hace unos meses en México entró en vigor la Ley de Protección de Datos Personales, la cual busca responder ante este tipo de situaciones. Mucho ojo, que las multas puede ascender hasta los 320 mil salarios mínimos.
Además, representa un golpe de credibilidad para los patrocinadores, quienes han invertido dinero en el posicionamiento de su producto a través de este concurso. Ahora que los datos están pululando por la red, quedan en los usuarios demostrar ética para no utilizar esta información privada. Las concursantes han confiado en que los organizadores del certamen harían su trabajo, y éstos han fallado. Incluso al revisar los términos y condiciones sólo se encuentran las bases detalladas del concurso, sin ninguna referencia a los datos personales. Además, resulta cuando menos curioso que el acceso a este sitio se encuentre momentáneamente desactivado.
Hasta el momento nadie se ha adjudicado el hackeo a la base de datos. Hace una hora consulté con la organizadora del concurso a través de Twitter y no existe ninguna postura oficial al respecto. Sin embargo, a través de la cuenta oficial del concurso ya se ha enviado un mensaje público a las concursantes para que revisen su correo electrónico de forma urgente. Espero que este incidente se quede únicamente en una anécdota y en un fuerte aprendizaje sobre las precauciones a la hora de coordinar una iniciativa de este tipo. Después de todo, aunque Miss Twitter México sea únicamente una cuestión de entretenimiento, la información privada debe ser tratada con el máximo cuidado.