Llevaba mucho tiempo deseando sentarme al teclado y escribir por fin la reseña del Nokia N8. Mucho, demasiado, quizás. Llevo unos días trasteando con él y lo he incorporado a mi vida diaria de manera que, aunque no lo he estado utilizando exclusivamente (y más adelante explico por qué), sí le he estado dando un uso lo suficientemente intenso como para hacerme una idea más concreta de qué tipo de teléfono es y sobre todo, qué podemos pedirle. Porque después de todo, la reseña no va a centrarse en las características técnicas del teléfono, que son de sobra conocidas desde hace bastante tiempo, sino en qué podemos hacer con él, para qué funciones podemos usarlo y para cuáles no, saber qué funciones podemos pedirle porque las hará sin problema y para cuáles es mejor que compremos otro smartphone porque este no está a la altura ¿Preparados? Vamos allá.

Un hardware impresionante y un diseño exquisito

Al contrario que otros teléfonos de la compañía, como el N95 o el N97, que siempre me parecieron horrendos, el diseño del N8, desde que pude verlo por primera vez en imágenes, me supuso una grata sorpresa. Antes de tenerlo físicamente en las manos probablemente los dos adjetivos más apropiados que hubiese encontrado para él hubiesen sido 'elegante' y 'moderno'; después de estos días también me gustaría añadir el de 'sólido'. Por fuera es una auténtica gozada sostener el teléfono en las manos: la carcasa externa es metalizada en su mayor parte y te da una sensación de robustez, de resistencia que no me aporta por ejemplo, el iPhone 4, que da impresión de mayor fragilidad, o el Samsung Galaxy S, que con ese plástico malo que lleva por carcasa no transmite ni mucho menos las mismas sensaciones.

Es un teléfono bonito, sin lugar a dudas. La única pega que le pongo al diseño es el bulto que supone la cámara atrás. Es cierto que son 12 Mpx y una calidad en las lentes impresionante, pero en mi opinión, y es algo que ratificaré también más adelante, sobraba por todos los lados. Por lo demás, aparte de los tradicionales colores en negro y gris, también está en un vistoso color naranja (el que yo he utilizado), azul y verde. En cuanto a características de hardware, es otra de las grandes bazas del N8, con salida HDMI, la cámara de 12 Mpx con óptica de Carl Zeis y flash de Xenon, sonido Dolby Home Theater, grabación de vídeo HD 720p a 30 fps y una pantalla AMOLED bastante decente las prestaciones técnicas (meramente técnicas, ojo) del N8 son para dejar con la boca abierta a cualquiera.

Symbian^3, el talón de Aquiles

Por desgracia, el N8 es todo lo que tiene, una lista de prestaciones de hardware impresionantes pero poco más. Porque una cámara impresionante por separado de una pantalla sensacional no es nada. Ocurre lo mismo con los datos de capacidad de almacenamiento, de salidas, de velocidad del procesador, de memoria, todos esos datos por sí solos no son nada, nada en absoluto, son sólo números. Hace falta un componente aglutinador que los junte a todos y les diga cómo trabajar y cómo responder según las órdenes del usuario, ese componente es el software, la pieza clave, el Sistema Operativo.

Ese sistema operativo en nuestro caso se llama Symbian^3 y es, y aquí vais a tener que perdonar que sea lo más sincero posible porque si no lo digo reviento: es una auténtica mierda. Un absoluto desastre, un despropósito detrás del cual se explican muchos de los descalabros de Nokia en los últimos tiempos. Imaginad que os dan un Ferrari, es impresionante, una pasada de motor, unos faros increíbles, una respuesta de aceleración sublime, pero que para controlarlo en lugar de un volante os ponen una manivela ¿Cuál es el resultado? Exacto, frustración. Las sensaciones que produce Symbian^3 en conjunción con el N8 se pueden resumir en esa única palabra: frustración. Frustración al darte cuenta de que tienes como decía unos componentes de hardware exquisitos pero que no puedes aprovecharlos. ¿Que la cámara es una pasada? De acuerdo, pero si no puedo acceder a ella con agilidad ¿de qué me sirve? ¿Que tiene salida HDMI? Fantástico, pero si navegar por la biblioteca de vídeos es una tortura y no digamos encontrar el que quieres y reproducirlo, ¿qué sentido tiene?

Y a partir de aquí, todo se desmorona

Y aquí se acaba todo amigos. Porque un teléfono con una cámara mediocre pero un sistema operativo decente, leáse por ejemplo una HTC Magic (que no hace tampoco muy malas fotos, pero que para el caso nos vale) con Android sigue siendo un buen teléfono pero a la inversa no ocurre lo mismo, un Nokia N8 con Symbian^3, simple y llanamente, no es un buen teléfono. Aquí se acaba, aquí se desmorona todo, es que prácticamente a partir de esta frase toda la reseña pierde su sentido ¿De qué sirve? El Nokia N8 no es un buen teléfono, no estamos hablando de que sea mejor o peor, estamos hablando de que no puede plantarle cara a la competencia, de que no puede no le puede mirar a los ojos ni al iPhone de Apple, ni a las Desires de HTC, ni al Galaxy S de Samsunsg, no puede porque basta con usar un ratito cualquiera de los otros terminales para darte cuenta de que se comen al N8 con patatas, y encima piden repetir.

Y ahora que ha llegado Windows Phone 7 dejando muy buen sabor de boca y parece que Microsoft ha hecho muy bien sus deberes la situación de Nokia empieza a parecerse cada vez más al famoso '¡Sálvese quien pueda!', bueno, de hecho probablemente sea así porque si no la desbandada general de CEOs y directivos que ha tenido en los últimos dos meses no puede explicarse de otra manera. Al principio os comentaba que mi intención era utilizarlo unos días de manera exclusiva, es algo que hago con todos los teléfonos que tengo la oportunidad de probar: dejo a un lado mi teléfono de uso diario, le meto una SIM con 3G de prepago y a funcionar. Hasta ahora no había tenido mayor problema, pero el primer día que se me ocurrió llevarme, toda una mañana, únicamente el N8 prescindiendo de cualquier otro móvil por poco me da algo.

Llamadme lo que queráis porque sé que la siguiente afirmación es un tanto rotunda, pero un sistema operativo móvil que no tiene un cliente para Twitter decente ya dista un poco de lo que podríamos considerar un poco un sistema operativo móvil aceptable. No porque no tenga el cliente en sí, que nadie me malentienda, sino porque da una idea de lo que pasa con el resto de las aplicaciones, sean del tipo que sean. Me dan igual los datos de descargas diarias que maneje la Ovi Store, que es la baza a la que Nokia parece que quiere agarrarse, me ha costado encontrar un aplicación para Symbian decente, que no digo que no las haya, pero me ha costado. En Android o en iOS es tan fácil como entrar a sus respectivas tiendas, la App Store y en el Android Market ir directamente a la sección de destacados y ahí las tienes, buenas aplicaciones, de pago o gratuitas, listas para ser descargadas, en la Ovi Store ni siquiera la mitad de las destacadas merecen la pena.

Algunas carencias

Hasta ahora a lo mejor he sido demasiado general, me he puesto a decir lo pésimo que es Symbian^3 pero sin aportar datos concretos. Bueno, este siguiente apartado va a centrarse exactamente en eso. Con Symbian^3 no he podido, por ejemplo, configurar el cliente de correo para que funcionase con Gmail, sé que se puede y no digo que no hiciese yo algo mal que fuese causa del error. Pero cuando estás cansado de buscar en Google y llevas ocho intentos fallidos lo dejas por imposible, mi tiempo vale mucho más que configurar un cliente de correo durante horas porque no sea intuitivo, para empezar ya es grave que tuviese que buscarlo en Google.

Ya he comentado alguna vez que me gusta Foursquare, la aplicación que tienen para Symbian^3 no está mal, una de las que encontré y me gustaron en la Ovi Store ¿El fallo? que misteriosamente no me funcionaba bajo 3G, sólo mediante WiFi, con lo cual la aplicación pierde todo su sentido. Que sí, vuelvo a repetir, no digo que el fallo no sea mío, pero no puedo estar horas rebuscando entras las opciones de mi teléfono por si no deje una de las infinitas opciones que tiene de la manera en la que debía, simplemente no puedo (y tampoco debo).

La duración de la batería, aunque no es mala, tampoco es buena, se queda a medias, en realidad hace compañía al resto del teléfono al adecuarse al adjetivo que más he tenido que repetir: mediocre. La duración de la batería, con un uso moderado, a mí me ha ido justita justita, una buena duración para un teléfono de 2008 pero bastante apurada para uno de 2010. El N8 quizá se precisamente eso, un teléfono al que después de los infinitos retrasos quizá sea mejor encasillar en el periodo tecnológico de hace un año y medio o dos años más que en el de ahora.

La reorganización de los iconos en los escritorios cuesta pillarla, y para cuando lo haces es tan insufrible que pasas de ello, prefieres dejar las aplicaciones en el que se descargaron y acceder a ellas a través del laberinto de menús y secciones que ponerlas en los escritorios sólo para ahorrarte el engorro que supone. Lamentable.

Desactivar el 3G no es difícil, pero, de nuevo, no es intuitivo, lo mismo para múltiples opciones. El cuadro que mejor lo resume es que mientras que en otros sistemas simplemente con pensar un poco y si acaso buscar otro tanto encuentras la opción que quieres, con el N8 tienes que perderte entre menús contextuales para dar con lo que quieres y encima, una vez cambiado, muchas veces no estás seguro de haberlo hecho bien.

Conclusión

2/10

Si a partir de ahora algún amigo, o ni siquiera amigo me pide recomendación sobre si comprarse un N8, lo primero que le diré es que se le quite la idea de la cabeza, luego lo remitiré a la larga lista de motivos aquí expuestos. Algunos de vosotros estaréis leyendo esto por curiosidad, otros por saber cómo es finalmente el N8 y otros porque queráis comprarlo, a los últimos os digo: es un teléfono que no recomendaría ni a mi peor enemigo. Lo siento, me da mal sabor de boca tener que ser tan rotundo pero es así. Esto no deja de ser una opinión, una de las múltiples aproximaciones al teléfono, y tan válida como otra cualquiera, pero creedme, simplemente no merece la pena. Por ese precio: 499€, tienes otras y mejores alternativas, no lo dudes, y por un poquito más teléfonos que le dan mil vueltas a todos los niveles.

Así que ahora llega la hora de hacer la suma y ponerle nota. Le doy un 1 punto por la estupenda cámara que tiene. Si obvias lo pesado que resulta hacer fotos muchas veces y cambiar entre modo de fotos/grabación de vídeo; una vez tomadas, la fotos se ven espectaculares. Le doy 1 punto más por el diseño y por lo robusto de su acabado, pero una vez ahí, ya me toca parar contar, ninguna de las otras prestaciones que incorpora merecen la pena porque se ven lastradas por el software. Lo siento Nokia, pero visto que estáis perdiendo mercado incluso en países donde alardeais de mantener una posición privilegiada como la India ¿No será hora de recular y reconsiderar ese 'Nunca jamás' que le dijisteis a Android?