Con el lanzamiento de Windows Phone 7 mi opinión acerca de Microsoft, y me atrevo a decir que la de muchos más, ha cambiado con respecto a la que ya tenía preformada después de años de desastres y despropósitos a varios niveles. Y es que su nuevo y flamante sistema operativo para móviles no es lo único que están haciendo bien en Redmond, durante los últimos meses están demostrando que ellos también saben hacer las cosas como Dios manda yque en muchos aspectos la Microsoft de hoy en día poco tiene que ver con la que fue en un pasado.
Que nadie me malentienda tampoco, no es ni un extremo ni el otro, todavía creo que hay muchas cosas que necesitan mejorar (toda su faceta online, por ejemplo, Hotmail, Office en la nube...) pero aquí van 3 cosas en las que estoy particularmente satisfecho con el modo en las que Microsoft ha sabido llevarlas.
Bing: Muchos fuimos los escépticos que miraron casi con sorna cuando nació Bing, el motor de búsqueda de la compañía que llegó tarde, cogido un poco por los pelos, que en un principio no aportaba ninguna ventaja notable frente al todopoderoso Google y ofreciendo unos resultados que dejaban bastante que desear si los comparábamos con los de su competidor. Sin embargo, con el paso del tiempo la cuota de Bing no ha hecho sino aumentar, han sabido implementar características muy interesantes como Street Slide, las imágenes de fondo (característica que incluiría Google poco después) o los resultados en tiempo real de Twitter. Mi compañero David Rubia se preguntaba hace poco si no era Google la que empieza ir a remolque de Bing, y la verdad es que razón no le falta.
Windows Phone 7: Para mí al menos, unas de las grandes sorpresas de este año. Cuando toca hablar del extinto Windows Mobile no hay que andarse con rodeos, aquello era una basura, me atrevo a decir que incluso retrasó la tecnología móvil varios años de lo que le correspondería por lo limitado de sus funciones y la usabilidad tan pésima que tenía. Por eso, en pleno esplendor de la era Android y la era iOS a muchos les resultó difícil imaginar que aquello fuese a llegar a buen puerto. La primera presentación, en el Mobile World Congress de Barcelona, fue bastante prometedora por lo innovador de su interfaz y el rediseño tan profundo y tan alejado de lo que habíamos visto hasta ahora por parte de Microsoft. Una vez llegó de manera oficial y muchos de las críticas fueron positivas, entre ellas las de nuestros compañeros de Gizmóvil, que parecen en general bastante satisfechos con el nuevo SO, ha tocado quitarse el sombrero y reconocer que han sabido sorprendernos, o por lo menos ofrecer algo que aunque aún le queda mucho por pulir y por mejorar puede plantarle cara al resto de sistemas operativos móviles. Y lo más imporante, también ha conseguido despertar el interés de los desarrolladores para que hagan aplicaciones para la plataforma, uno de los factores clave para que Windows Phone 7 tenga éxito, como es el caso de la aplicación de Seesmic o la de Foursquare.
Windows 8: o como quiera que se vaya a llamar finalmente, pero si nos atenemos a los rumores de que la siguiente versión de Windows podría estar saliendo dentro de apenas dos años hay que reconocer que de nuevo han sabido dar en el clavo y que establecer ciclos de renovación del sistema mucho más cortos es un buen paso, sobre todo después de todo el tiempo que pasó entre Windows XP, por ejemplo, y Windows Vista, un absoluto desastre que obligó a actualizar rápidamente y lanzar Windows 7. Windows 7 es también otra de las claves que motivan este post, no es perfecto, pero no es desde luego un mal sistema operativo, con muchos de los defectos de sus antecesores más pulidos y un rendimiento en general bastante bueno.
Como decía al principio, Microsoft no es perfecta, pero atrás quedan esos años en los que no quedaba más remedio que verla como una maquinaria malvada de software con productos frustrantes y sistemas operativos, tanto móviles como de escritorio, que distaban mucho de ser aceptables. Ahora parece, aunque no sea rotundo, que todo eso empieza a cambiar y tendremos que seguir muy de cerca todas las novedades que nos lleguen de su parte porque es muy posible que nos den alguna que otra sorpresa.