¡Qué difícil fue armar un título que además de corto fuese adecuado para este artículo!, y es probable que ni siquiera lo haya conseguido. En este caso los detalles son muy importantes para matizar la información, así que vamos por partes, casi palabra por palabra:
No estamos hablando de cualquier versión de Windows, sino de la HPC Server 2008 R2.
Las siglas HPC se refieren al Cómputo de Alto Desempeño, conocido familiarmente como supercómputo.
Esa versión de Windows para HPC es de 32% a 51% más barato a largo plazo, bajo un escenario con 250 nodos de cómputo y 1.000 de escritorio.
Y eso es cierto según Microsoft porque fue esta empresa quien pago Crimson Consulting Group para hacer el estudio independiente que arrojó las cifras. Otra cosa sería si Red Hat también hubiese participado de alguna manera en el estudio y no sólo como empresa de referencia en Linux.
Toda esta información viene a propósito de un comunicado de prensa enviado por Microsoft para impulsar, claro, su Windows HPC. No tengo ningún problema con su negocio, pero sí con la forma de dejar mal parado a Linux que, dicho sea de paso, entiendo que también es una forma de vender.
Según el citado estudio, esto es lo que Windows HPC Server 2008 RC ofrece con respecto a Red Hat Linux:
Costos de administración más bajos porque es "substancialmente más sencillo administrar una solución pre-integrada que múltiples productos independientes". Es más fácil encontrar personal capacitado en Windows.
Costos de adquisición más bajos. Aunque Linux puede adquirirse sin costo, el resto de la pila HPC tiene que comprarse con otros proveedores. Tales productos comerciales son incluso más caros que Windows HPC.
Costos de soporte más bajos. Empresas como Red Hat hacen negocio vendiendo soporte. Otro proveedores también. Ambos suman soluciones más caras que las ofrecidas por Windows HPC.
El quid del asunto está en lo que el estudio (y Microsoft) llaman un escenario HPC: un microuniverso empresarial (o nanouniverso académico) no representativo del supercómputo en el que los usuarios desea pagar por soporte, que no harán las cosas por sí mismos, y comprarán software muy caro para HPC que les evitará dolores de cabeza.
Ese escenario no representa, insisto, el pulso actual del supercómputo. Sin ir muy lejos, ¿recuerdan la última lista Top 500 con las supercómputadoras más rápidas del mundo, donde Linux corre en 90% de ellas? Bien, pues sobre este hecho abrumador los de Crimson Consulting Group alegan que Windows no tiene un papel estelar allí porque
la mayoría de los sistemas del Top500 están en universidades o en institutos de investigación, quienes tradicionalmente favorecen el software open source por una variedad de razones no técnicas.
Linux tiene una historia más larga como sistema operativo para HPC.
las firmas financieras con gran cantidad de supercomputadoras que se sabe usan Windows HPC no participan normalmente en el Top500.
¿Ustedes qué opinan? Consideren que en supercómputo el desempeño es un factor primordial; en muchas ocasiones más que el económico. ¿Qué dicen de la supuesta elección de Linux por "razones no técnicas" (no especificadas)? En este caso ¿qué pesa más? ¿El testimonio de docenas de comunidades científicas independientes alrededor del mundo o el de una empresa pagada para convertirse en juez y parte? Yo creo más en la ciencia y quienes la practican.