La fotografía tiene innumerables vertientes, podemos especializarnos en arquitectura pasando por paisajes, hasta deportes extremos y personas. Fotografiar o retratar recién nacidos es una de estas vertientes y puede ser muy emocionante, ademas que también puede resultar bien remunerado, en este artículo te mencionamos algunos consejos que te pueden resultar muy útiles a la hora de iniciarte en esta práctica.
El objetivo mas recomendable para usar será un 50 u 85 mm (yo prefiero el primero), ya que son los mas usuales para retratos. Emplear amplias apertura (si, bajo valor f permitirá que trabajes en condiciones de baja iluminación y también te garantiza una profundidad de campo ideal para hacer que el resto de los elementos alrededor aparezcan desenfocados, lo cual proporciona un efecto mas agradable visualmente, eliminando la distracción.
Configuración y enfoque: Si no estás muy cómodo trabajando en manual, entonces selecciona prioridad a la apertura y emplea valores de F4 o F5.6. El foco siempre estará en la cara del sujeto, incluye parte del fondo en el encuadre. Aquí un fondo interesante o colorido puede hacer la escena mas dinámica. Como ángulo alternativo puedes ubicarte en el extremo superior del niño y enfocar en los pies, con lo cual lograras que el resto de él quede desenfocado.
CloseUp: Emplea un objetivo tipo zoom para variar la composición y con encuadres cerrados capturar sus pies, manos, nariz u orejas y luego capturar toda la longitud del niño para hacer una composición contextual.
La luz natural, tu aliada: Como en todo retrato seguramente vas a querer usar iluminación. Evita usar flash, esto es perjudicial para el ambiente tranquilo que se pretende crear en estos casos y ademas puede dañar las texturas y el tono. Lo recomendable es colocar la cuna del niño cerca de una ventana y con una sábana blanca o cortina su puede difuminar la luz, especialmente si se trata de un día soleado. No olvides que la exposición siempre la tomes en el rostro.
Compone la escena: Ordena la escena eliminando pañales y botellas, incluye elementos como mantas de colores suaves y texturas llamativas. Puedes considerar el incluir algún accesorio, como un juguete o un peluche y en el encuadre hacer énfasis en el tamaño del mismo.
Blanco y negro: El blanco y negro siempre es una buena opción para agregar mas emoción a la imagen, y aunque muchas cámaras te ofrecen la opción de hacerlo directamente, es mucho mas recomendable disparar en color y luego desaturar o aplicar alguna opción de B/N en algún software de edición. Prueba con las curvas en Photoshop o los presets en Lightroom.
Fotos secuenciales en el tiempo: Los bebes crecen rápidamente, y a muchos padres les fascina la idea de documentar esto, hacerles fotografías similares a intervalos regulares es una manera ideal para observar el cambio. Luego el conjunto de imágenes una junto a la otra se convierte en una linea de tiempo maravillosa.
El poder de las proporciones: Es muy útil hacer énfasis en las pequeñas proporciones del recién nacido, para esto puedes contrastar haciendo fotos con los padres. Por ejemplo, la mano del bebé sobre la mano del padre o la madre o también los pies. Una imagen que atrapa mi atención es la del bebé sostenido sobre el pecho (sin camisa) del padre.
Aprovecha el momento: El momento ideal para hacerle fotos al bebé es justo después que ha sido alimentado y se haya puesto a dormir una siesta. El sonido del disparador no lo molestará y puedes mover sus manos y pies con delicadeza sin resistencia alguna.
Ademas de ser una experiencia fotográfica muy interesante, también puede convertirse en una experiencia personal cautivadora poder detener el tiempo de esta hermosa etapa de la vida. ¡Vamos inténtelo!
Fotos: Dave & Charlotte | Vía: Digital Photography School