Una versión mucho más segura y barata que las baterías que conocemos en la actualidad hechas de iones de litio es posible y los científicos que están trabajando en esto se dieron cuenta que para esto es necesario agregarle agua. Los investigadores notaron que si le eliminaban el oxígeno y le agregaba agua a las actuales baterías se podía mejorar la retención de energía.

Además las baterías de iones de litio y agua son más seguras que las que conocemos en la actualidad, que utilizan tóxicos mucho más inflamables. Pero los fabricantes usualmente esquivan la fabricación de estas baterías de agua porque no encontraron la forma de que funcionen como es debido.

Una batería de iones de litio y agua retiene solamente el 50% de la capacidad de su carga después de cien ciclos. Si consideramos que el 50% es incluso poco para mil ciclos, el 10% de eso es prácticamente nada.

Pero estudiando por qué sucedía esto los investigadores se dieron cuenta que esto no era culpa del agua sino del oxígeno que había en la batería. Le quitaron todo el oxígeno posible y llegaron a la conclusión que la capacidad de la batería funcionaba a un 90% después de mil ciclos (una mejora increíblemente notable).

Sea como sea las baterías de iones de litio y agua están todavía lejos de implementarse. La batería con esta impresionante retención (90% después de mil ciclos) funcionaba durante solamente 10 minutos. Otra versión, un poco más grande, le permitía funcionar durante 8 horas a un dispositivo en bajo consumo pero ya tenía el 85% de la capacidad después de solamente 50 ciclos.

Así que como se podrán imaginar ésta tecnología está lejos de comenzar a ser utilizada pero la idea de los científicos es seguir tratando y tratando hasta dar con la forma correcta de poder encontrar un balance entre la cantidad de retención, la cantidad de energía guardada y la cantidad de ciclos de vida que tendrá.