Parece que últimamente a Apple le están lloviendo palos por todos lados (¿os habéis olvidado ya del antennagate?), pero es lo que suele suceder cuando estás en el ojo del huracán, en el punto de mira de la competencia por tus buenos resultados económicos, y metes la pata.
Hace tiempo que sabemos de los problemas de sensibilidad que tienen los indicadores de humedad externos incorporados en todos nuestros iPhones... Si hacemos caso de lo que nos dice el manual de instrucciones de nuestro teléfono sabremos que si nuestro terminal ha sufrido algún tipo de daño por culpa de un líquido, su garantía -aunque hayamos contratado AppleCare- se invalida automáticamente, teniendo que acarrear con la totalidad de los costes de cualquier reparación. Todo este método sería efectivo y justo si la forma de determinar si el iPhone (iPod touch o iPad) estuvo en contacto con agua realmente asegurase a los técnicos que estos hechos se han producido a lo largo de la vida del móvil, pero como leo en Macstories, el South China Morning Post reporta que un número creciente de usuarios del terminal se están viendo afectados por la extrema sensibilidad de los indicadores, que se activan debido a la alta humedad ambiental que se registra en la zona.
Desgraciadamente este problema se lleva arrastrando desde hace años y Apple ya ha sido investigada por la BBC -que encontró que con el sudor de las manos o unas temperaturas por debajo de los -10ºC, estos sensores se activaban- e incluso ha sido denunciada por un colectivo a raíz del caso de una ciudadana californiana a la que se le denegó una reparación ajena a problemas con la humedad por la activación de los sensores de humedad.
Esperemos que desde Cupertino se tomen cartas en el asunto. Y a vosotros, ¿estos indicadores os han dado problemas?