El otro día mi compañero Federico escribió un magnífico post llamado 'El peor momento de Microsoft' a raíz del fracaso que supuso el Kin, con el que no me que no me queda más remedio que estar completamente de acuerdo. Mucho se argumentaba en los comentarios que Microsoft es fuerte en otros muchos aspectos y que todavía gana toneladas de dinero, con lo cual también concuerdo, pero el grave problema al que se enfrentan es que están muy flojos en los mercados con mayor futuro y con mayor emergencia, entre ellos los smartphones.
Si tuviese que hacer un poco de futurología y apostar por cómo estará el panorama tecnológico de aquí a un lustro (eso en tecnología es mucho) diría sin lugar a dudas que precisamente los smartphones estarán desempeñando un papel crucial, son los laptops del mañana, lo que hoy hacemos con un ordenador portátil y con una conexión a internet que requiere un cable, algo físico y por lo tanto estar atado a un lugar, lo haremos desde nuestros teléfonos y con un acceso a internet completamente móvil, los PCs poco a poco se relegarán más para trabajar y menos para el ocio. Ya vimos como las plataformas móviles en general tienen un brillante futuro, no hace sino remarcar que si hace unos años los teléfonos de última generación eran para cuatro geeks contados cada vez más gente se interesa y quiere adquirir un smartphone.
Y digo todo esto porque con un panorama como este y echando un vistazo a cómo está ahora la verdad es que no hay mucha variedad, están iOS y Android. Así que si Microsoft quiere apuntarse a una fiesta a la que llega tarde, tardísimo, lo tiene que hacer con sus mejores galas, con un sistema operativo a la altura de las circunstancias y que sepa plantar cara a sus competidores ¿Lo ha conseguido? Si hacemos caso a los pocos que han podido probar una primera versión para desarrolladores, de momento yo no sería muy optimista.
Para Infoworld es un completo desastre, otros como Engadget, que además han hecho una magnífica revisión a fondo, no son tan radicales pero concuerdan en que todavía está muy flojo. Después de leer alguna más, a mí personalmente me da la impresión de que es un sistema operativo que hubiese sido perfectamente válido hace un par de años, incluso tres. Echo en falta una tienda de aplicaciones sólida, una sincronización completa y total con la nube y por lo que parece el teclado no es todo lo rápido que debería ser, algo que considero fundamental para ser productivo con un teléfono.
Los primeros terminales con Windows Phone 7 se esperan para estas Navidades, todavía quedan unos meses ¿Conseguirá Microsoft estar a la altura y pulir todos los detalles que quedan? No quiero ser pesimista, pero en mi opinión, y viendo lo mal que lo están han hecho con el Kin, yo no me hago muchas esperanzas, espero equivocarme.