Sin lugar a dudas, uno de los experimentos científicos favoritos por todos los aficionados a la ciencia es el de la doble rendija, conocido también como el experimento de Young, sobre la naturaleza ondulatoria de la luz. Realizado por primera vez en 1801 por Thomas Young (el mismo que descifró los jeroglíficos de la piedra Rosetta , fue hecho en varias ocasiones a principios del siglo XX a la luz de las nuevas teorías, mostrando cada vez nuevas caractersíticas sobre la dualidad de los fotones, que pueden comportarse tanto como partículas o como ondas.

El experimento clásico, de esos que es fácil comprender superficial y erróneamente, consistía en proyectar un haz de luz por medio de dos rendijas, mostrando así un patrón de interferencias consecuencia de la naturaleza ondulatoria de la luz. La versión habitual que se suele mencionar fue realizada recién en 1974, utilizando directamente electrones y en este caso la explicación es un tanto más compleja, pues implica la interpretación probabilística de la trayectoria seguida por los electrones. Lo que suele decirse, erróneamente que "¡wow, van por las dos rendijas al mismo tiempo!", del mismo modo que se malinterpreta al gato de Schrodinger.

Científicos de varias universidades norteamericanas llevaron a cabo ahora una nueva edición del experimento, esta vez con tres rendijas. Y podrá parecer tonto, pero hacerlo fue mucho más difícil de lo que parece. En palabras de James Franson, uno de los científicos involucrados: "El experimento es mucho más complicado de lo que parece, pues al más mínimo error en el alineamiento de las rendijas se producen errores".

Es curioso pensar que con los avances técnicos y científicos producidos en estos últimos tiempos, recién ahora se puede haya realizado el estudio con tres rendijas. A ver, es simple agregar una tercer rendija, pero no del modo en que permita llevar a cabo las precisas mediciones necesarias para valiadr (o no) las teorías del Modelo. ¿Cuáles fueron las conclusiones del experimento? Confirmó todas las predicciones realizadas por la mecánica cuántica, mostrando un patrón de interferencias con un margen de error en los resultados menor al 1%. Franson dijo además que es importante hacer estudios por el estilo, ya que "la gente suele dar las cosas por sentado, pero la física es una ciencia experimental y debe probar una y otra vez cuestiones como esta".

Imagen: Jason Padgett Vía: New Scientist

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