El estadio Soccer City de Johannesburgo --- sí, el mismo en que ayer España se coronó campeona del mundo --- tiene una capacidad para albergar 94.700 espectadores. Ahora observe detenidamente la siguiente captura satelital, y compare el tamaño del inmueble con las tres montañas de desechos que le rodean. Trate de calcular, a simple vista, cuántas personas podrían caber en esos tiraderos.
El Soccer City se ve diminuto en comparación con los tiraderos de residuos que tiene alrededor, provocados por las minas de extracción de oro. La búsqueda de este metal precioso ha creado un desastre ecológico en la zona, ya que el oro es hallado en una proporción de 0.015 onzas (0.42 gramos) por cada tonelada de roca excavada. Es decir, una pieza de joyería tan pequeña como un anillo de bodas necesita más o menos 20 toneladas de roca.
Además, para producir una sola onza de oro (28.34 gramos) se necesita 3.3 toneladas de mineral, 5,400 litros de agua, 572 kilovatios hora de electricidad, 12 metros cúbicos de aire comprimido, sin contar las cantidades de dinamita y sustancias químicas que se emplean. El cianuro de potasio que se utiliza para extraer el oro de la roca contamina las reservas de agua potable, lo que ha reducido dramáticamente la vida natural en torno a las ortillas de los ríos.
La NASA, autora de esta captura satelital, apunta que aunque hay vegetación en esta imagen, es relativamente escasa. Gran parte del terreno aparece en tonos cafés, lo que implica erosión de la tierra, o lotes que han sido preparados para la construcción. Si bien la imagen fue tomada en mayo de 2009 --- cuando el Soccer City estaba en su fase de detallado --- es difícil creer que las montañas de residuos hayan desaparecido en un año.
La Copa Mundial de Fútbol puso durante 30 días a Sudáfrica en la mente de todo el plante. Al igual que las Olimpiadas de Beijing de 2008 pusieron en el mapa la buena coordinación de los chinos, también revivió temas como la contaminación ambiental o el atropello a los derechos humanos. Estos eventos multitudinarios deben ayudar también a que el foco se sitúe en las problemáticas. Si no, Sudáfrica habrá presumido una bonita fachada al mundo, una preciosa tapadera mientras la basura sigue en el bote.
Via: Tree Hugger