Sí amigos, no solamente por el afamado Apophis la civilización en la Tierra como la conocemos podría desaparecer, son muchos más los asteroides o cometas potencialmente peligrosos para nuestro huevo azul, concretamente unos siete mil según un nuevo informe que se ha publicado en las últimas horas.
El trabajo es autoría de Boris Shústov, director del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia, y en él se apunta que existen 6.960 asteroides que podrían causar estragos. De manera más detallada Shústov comenta en el informe que de esos 6.960 cuerpos celestes 6.070 de ellos se acercan a los cien metros de diámetro (el meteorito que arrasó más de 2.000 kilómetros en Siberia por el año 1908 tenía la mitad de ese diámetro), otros 806 superan ese tamaño con creces y finalmente 84 son cometas.
Este nuevo estudio es otra prueba más que viene a confirmar algo que ya se sabía desde hacía mucho tiempo: hablar de colisiones de asteroides contra la Tierra es algo serio (que no catastrófico) a pesar de que muchos las banalicen con estúpidas profecías. Los asteroides y las colisiones de los mismos "preocupan" (léase eso con muchas comillas, interesan más que preocupan ambas cosas) a los astrónomos y naciones del mundo como demuestran los varios proyectos relacionados con este tema que ya están en marcha o se pondrán en funcionamiento pronto. Por ejemplo hace nada se estrenó en Hawai un nuevo telescopio con la mayor cámara digital construida hasta la fecha que entre otras cosas buscará “meteoritos asesinos”. También tenemos dos misiones de investigación a la vuelta de la esquina que se centrarán en vigilar/investigar a los cuerpos celestes potencialmente peligrosos para la Tierra, la NEOSSat, capitaneada por Canadá y que se lanzará en 2011, y la Asteroid Finder, la cual se pondrá en marcha en 2012.
A todo lo anterior tenemos que sumarle las investigaciones que se están llevando a cabo para dar con soluciones que nos permitan defendernos de un posible impacto de un asteroide. A este particular el mes pasado David Dearborn, físico del Lawrence Livermore National Laboratory, presentó un trabajo centrado justamente en el tema. Básicamente comenta que a día de hoy la mejor opción que tiene el hombre si un gran asteroide está cerca de colisionar con la Tierra son las bombas nucleares ya que es la forma más eficaz que conocemos de generar grandes cantidades de energía con poca masa. Dearborn también ha calculado la cantidad de energía y tiempo que se necesitaría para desviar un asteroide con el menor riesgo posible para la Tierra y según él, si se aplican las medidas correctas en cada caso, es completamente viable hacer explotar una bomba nuclear en un asteroide para desviarlo sin que luego nos mate la nube de escombros (de forma resumida hay dos opciones: bien explosionar una bomba nuclear pequeña en el asteroide cuando este esté a más de 160.000 kilómetros con lo que los escombros se dispersarían por el espacio, o bien si está más cerca de esa distancia enviar una bomba mucho más grande lo que daría como resultado una desintegración casi total del cuerpo y solamente llegarían a la Tierra escombros de poco tamaño perfectamente asumibles por la atmósfera).
Y dicho todo esto es necesario dejar muy claro que las posibilidades de que se produzca un impacto de un asteroide de grandes dimensiones contra la Tierra en el corto plazo son prácticamente inexistentes, concretamente se calcula que una vez cada 100.000 años un asteroide del tamaño necesario para causar un desastre climático a nivel global colisiona contra la Tierra. Todas estas investigaciones son pues solamente el comienzo y algo preventivo ya que como dice el dicho “mejor prevenir que curar”, pero no se realizan a causa de que exista un riesgo inminente.