Está claro que en el fútbol, al igual que sucede con cualquier otro deporte, el factor suerte tiene su peso, pero a pesar de esto que un equipo gane o pierda un encuentro depende en un 95% -estimación hecha completamente a bulto- de la calidad de su juego, lo que a su vez depende obviamente de lo “finos” que anden los jugadores y lo buenos que sean. En este punto es donde llega la pregunta del millón ¿Y cómo podemos calcular lo bueno o malo que es un jugador?
Hasta ahora conseguir dilucidar de manera objetiva lo bueno que es un jugador de fútbol (entendiéndose por bueno aquel que más contribuye a que su equipo gane partidos) era una tarea resuelta de manera bastante ineficaz ya que a diferencia de lo que pasa en otros deportes en el fútbol no se disponen de los datos suficientes para obtener resultados estadísticos fiables del rendimiento de un jugador (o mejor dicho no se estaban contando los idóneos). Pues bien, esto es justamente lo que acaba de solucionar ahora un equipo multidisciplinar de investigadores (entre los que hay un español de la Universidad Pública de Tarragona, Jordi Duch) al conseguir crear un algoritmo, basado en metodologías muy similares a las utilizadas para analizar las propiedades de las redes sociales, que permite cuantificar la participación y contribución de los diferentes miembros de un equipo.
De forma resumida lo que hace el algoritmo es tratar a los equipos como una red en la que cada jugador es un nodo y cada pase una conexión y calcular “el peso” de cada uno de los nodos dentro de la red, lo que a su vez indica la importancia que un jugador tiene dentro de un equipo y por lo tanto su nivel de calidad. Para calcular dicho peso el algoritmo mide en cuantas jugadas que acaban en disparo a puerta interviene cada miembro del equipo así como el número de pases acertados realizados. El algoritmo se puso en práctica en un trabajo mediante el que este grupo de investigadores determinó cuáles fueron los jugadores más valiosos de los equipos de fútbol que participaron en la Eurocopa 2008, con los datos proporcionados por el algoritmo crearon gráficos que resumen el desarrollo de los partidos en los que aparecen la importancia de cada nodo (cuanto más grande sea el nodo, más importante es ese jugador) y lo pases más efectivos realizados por los mismos.
Lo mejor de esto son dos cosas. Por un lado que el modelo funciona (los resultados obtenidos de manera objetiva por los investigadores en su trabajo coinciden con las opiniones subjetivas de los aficionados) y por el otro que se puede aplicar a un montón de cosas con tan solo unas pocas modificaciones. Por ejemplo se podría calcular la participación y contribución de los diferentes trabajadores de una empresa, o dicho de otra manera podríamos calcular de manera objetiva lo que rinde cada trabajador de una empresa. Este es solamente otro ejemplo pero como decía el algoritmo es aplicable a otros diversos casos y los datos que proporciona muy valiosos.