Un semana más volvemos con una de las secciones que más nos gusta: la Guía para Switchers, donde, como ya sabéis, hablamos de algunos temas básicos que todo recién llegado al mundo Mac (y algún veterano también) debe saber. Hace algún tiempo os hablamos de Mail, la aplicación para la gestión del correo electrónico de Apple y os prometimos una segunda edición, que llegará en la siguiente guía. Hoy le toca el turno a Captura de Imagen, una aplicación bastante desconocido y que sufrió una gran renovación con la llegada de Snow Leopard.
Aquellos que venís del mundo Windows estáis acostumbrados a conectar la cámara al PC y que aparezca una nueva unidad extraíble (la tarjeta de memoria) de donde sacáis, manualmente, las fotos que queráis. En Mac OS X, dependiendo del modelo de la cámara, esto es un poco diferente. Hay cámaras que, como en Windows, nos montan la tarjeta de memoria en el escritorio como si fuera un pendrive USB, pero hay otras, como la Nikon D90 o el propio iPhone, que no hacen esto y encontrar las fotos para un recién llegado podría ser un dolor de cabeza. La solución es bien sencilla y funciona con todas las cámaras, se llama Captura de Imagen, que, aunque su nombre no sea demasiado descriptivo (que viene de otra cosa y que explicaré al final), nos permite descargar las fotos de la cámara al Mac. Veamos como funciona.
Para usar la aplicación, lo primero que tenemos que hacer es tener una cámara conectada (de íbamos a descargar las fotos si no), aunque, si es la primera vez que conectáis la cámara posiblemente os salga un cuadro de dialogo preguntando qué aplicación queréis usar para importar las fotos, la que seleccionéis se abrirá de forma automática cada vez que conectéis esa cámara. Bueno, una vez con la cámara conectada, abrimos Captura de Imagen, que se encuentra en la carpeta aplicaciones y cuyo icono acompaña esta entrada, os saldrá algo parecido a esto:
Aunque puede ser que, si tenéis muchas fotos en la cámara, tarde un rato de leer la información de todas ellas para mostrarlas en la ventana. Ahora podemos seleccionar las imágenes que queramos descargarnos al portátil, si queremos descargar todas bastará con darle a Importar todo (habiendo seleccionado previamente el lugar donde queremos importar las imágenes, claro) y si no, seleccionamos las que queremos y pulsamos sobre Importar o las arrastramos hasta alguna carpeta de Finder. Tras un rato (según la cantidad de fotos) las fotos estarán justo donde queríamos y ya podremos cerrar la aplicación y desconectar la cámara. Misión cumplida.
La aplicación no tiene mucho más, salvo un pequeño cuadro de opciones, en la esquina inferior izquierda, que nos permite modificar el comportamiento de la cámara en ciertas situaciones: qué hace el sistema cuando la conectamos (aquí podremos elegir que abra una aplicación concreta), si queremos compartir la cámara (así podremos acceder a la cámara desde otro Mac conectado a la red local, aparecerá en Compartido) y por último si queremos borrar las fotos después de importarlas.
Como curiosidad, deciros que el nombre de la aplicación no está mal puesta, es que también se usar con los escáneres, aunque ese uso, lo veremos otro día.
Y hasta aquí la Guía para Switchers de esta semana, dentro de un par de semanas más y mejor. No dudéis en proponer algún tema concreto si tenéis dudas con algo.