Un grupo de usuarios de Second Life está demandando al creador de este universo virtual a raíz de una disputa por "tierras" del mismo, alegando que los derechos contractuales de su propiedad fueron cambiados, alterando así los términos del servicio, constituyéndose en fraude, y violando las leyes de protección al consumidor.
Al principio podría resultarnos curioso o hasta ridículo, pero creo que está lejos de ello. Los bienes virtuales comienzan a ser cada vez más importante, y sobre todo en entornos como Second Life, en el que muchos usuarios invierten energía, tiempo y dinero en lo que puede ser un modo perfectamente válido de recreación, y se entiende que quieran defenderlo a toda costa. Y no es para menos, porque todas esas actividades virtuales tienen una consecuencia muy real para Linden Labs, la empresa detrás de Second Life: una valoración por US$383 millones.
Esto es básicamente lo que llevó a la demanda: los usuarios sienten que fueron incentivados para invertir dinero en "propiedades virtuales" que podrían efectivamente ser de ellos, para que luego los términos del servicio cambien sin aviso o consenso, y pasen a dar la propiedad a Second Life, sin opción de negarse. Habrá que ver qué decide la corte; estos temas son tan nuevos que cada decisión sienta precedentes para lo que pueda suceder después.
Vía: Mashable