Uno de los problemas derivados de las últimas legislaciones antipiratería aprobadas en varios países europeos es que estas pueden hacer “pagar a justos por pecadores”, os pongo un ejemplo: X usuario deja su red WiFi abierta, llega un vecino se conecta a ella y descarga contenidos protegidos. El ISP detecta la infracción, lo comunica y ¿quién se lleva el palo? el que dejó la WiFi abierta, aunque él no ha incurrido en ningún delito. Sí, cualquier con dos dedos de frente no le endosaría las culpas al que dejó el WiFi abierto, pero lamentablemente como sabemos la justicia está completamente perdida en estos asuntos, y para muestra un nuevo botón.

Resulta que el Tribunal Supremo alemán (o BGH por sus siglas) acaba de dictaminar que una mujer incurrió en delito de omisión por dejar su red WiFi abierta mediante la cual un desconocido se descargó música protegida por derechos de autor. El señor juez dice que los usuarios privados tienen la obligación de comprobar si su conexión inalámbrica es segura para garantizar que terceros no la utilizan con fines ilegales.

Esta sentencia me parece una de las mayores burradas que he leído en mucho tiempo. Por un lado tenemos que una usuaria que paga religiosamente su conexión según el juez la tiene que tener cerrada por huevos. Por el otro dice también que la obligación de comprobar si la conexión es lo suficientemente segura es de los usuarios, es decir, que ahora va a resultar que para tener Internet uno también deberá saber de redes, o consultar/contratar a alguien que sepa.

Me voy a poner serio. Estoy harto de cosas como estas. Aquí las presiones y culpas siempre recaen en los mismos, en los usuarios finales, que no hacen absolutamente nada. ¿Qué pasa con las obligaciones de los IPS, que son los que cobran religiosamente las conexiones? ¿Qué pasa con el derecho de las personas a decidir hacer lo que les de la gana por algo que pagan?. Para rematar esto sienta precedentes y hace tambalear las redes WiFi abiertas en general, no solamente las de particulares. De vergüenza.

19 respuestas a “La justicia alemana criminaliza a las redes WiFi abiertas”