Esta imagen corresponde a uno de los proyectos que se están llevando a cabo para las Olimpiadas de Río de Janeiro de 2016 (sí, las mismas que perdió Madrid). Aparte de lo espectacular del edificio, lo más importante es que está orientada completamente a ser una fuente de energía para la ciudad, durante el día actúa de planta solar, parte de la energía va para destinada a consumo y parte a alimentar la cascada durante la noche también para que con la caída alimenten una turbina y se produzca más energía, con lo que la producción sería continua. Es decir, que no es que la energía del agua que cae se utilice para volver a subir el agua, sino que la energía obtenida a partir de los paneles fotovoltaicos da como para eso y para además subir el agua que caería día y noche.

La torre se elevaría 105 metros sobre el nivel del mar y tendría también un anfiteatro con unas espectaculares vistas de Rio para celebrar conferencias y eventos. En otro de los pisos intermedios, y como puede observarse en una imagen de la galería, habría una plataforma para hacer puenting, también con la ciudad de fondo. Otra cosa puede faltarle, pero dosis de espectacularidad no le faltan. La pregunta que siempre me asalta con este tipo de proyectos es si merece la pena que para ir en pos de las energías renovables se altere en cierto sentido la imagen de la costa, además del enorme costo que tendría ¿no quedaría mejor en otra parte de la ciudad? Aunque fuese la misma idea, hay grandes proyectos que simplemente no encuentran el lugar adecuado.

Via: World Architecture