Canonical, la empresa que cada seis meses nos ofrece un rico compendio de software free/libre open source alrededor del kernel Linux, conocido como Ubuntu, es un licenciatario más del códec privado/privativo, de código cerrado/oligopolizado, ¿de facto?, para vídeo en la web conocido como H.264. Esto, estimado lector, convierte a la empresa sudafricana en la primera y única en ofrecer tal licenciamiento a sus clientes a través de una distribución Linux.
¿Quiénes son tales clientes? ¿Somos los que descargamos Ubuntu Lucid 10.04 desde alguno de los sitios espejo? En este caso, ¿dichos sitios almacenan binarios licenciados de H.264? No precisamente. O como explicó Chris Kenyon, Director de Desarrollo de Negocios de Canonical, en una entrevista para The H: "Eso depende".
¿Cómo recibir el códec H.264 licenciado por Canonical? Kenyon aclara que únicamente a través del Ubuntu preinstalado por un OEM que obtuvo los derechos para distribuirlo. Lo mismo sucede con productos de software propietario como Adobe Flash/Acrobat, Fluendo, RealPlayer, y otros con los que Canonical tiene acuerdos. De hecho, esta empresa posee un acuerdo directo de redistribución para el H.264.
Los clientes no somos nosotros directamente, sino las empresas que como Dell venden equipos con un Ubuntu bien ajustado para correr en ellos. Como usuario final que no deseas comprar software propietario, sólo podrás elegir no comprar esos equipos y simplemente descargar e instalar Ubuntu de la manera tradicional.
¿Por qué Canonical opta por pagar una carísima licencia en vez de apoyar el desarrollo de software libre como Ogg Theora? Las razones tienen que ver, a todas luces, con los negocios de la empresa. Hoy el mercado confía más en el soporte legal ofrecido alrededor del H.264 que en los formatos libres: una realidad con la que Canonical participa.
Eso nos lleva a un asunto de fondo: a la lucha en pro de una web ajena a los formatos cerrados, hoy en día acentuada con la llegada del estándar HTML5. Y es que en este sentido la decisión de Canonical parece lejana a los intereses de una comunidad que en buena medida representa, la misma que aboga por evitar que el núcleo mismo de nuestros navegadores esté exento de pago debido a estándares impuestos como los comerciados por la MPEG LA y sus agremiados (e.g., Apple, Microsoft. ¿Google es la esperanza de movimiento open source con la compra de VP8? Garvin Clarke en su extenso y muy recomendable artículo para The Register opina que no, no necesariamente. Pero esto ya es otra historia que merece otro post, otros debates, otros comentarios.