Desde hace bastante tiempo se sabía que la Fuerza Aérea de los EE.UU perseguía un ambicioso, y ecológico, objetivo: alimentar su flota de aviones con carburantes ecológicos, medida gracias a la que se conseguiría por un lado contaminar menos y por el otro más independencia energética.
Pues bien, la Fuerza Aérea estadounidense acaba de dar un impotantísimo paso a este respecto recientemente ya que han conseguido realizar el primer vuelo, con un Fairchild-Republic A-10 Thunderbolt II, impulsado por un combustible sintético creado a base de grasas animales y aceites vegetales.
Aunque por el momento no se tienen datos concretos de este primer “vuelo ecológico”, a primera vista todo fue estupendamente bien. El mayor Chris Seager, quien pilotó la bestia, dijo nada más finalizar el vuelo que todo había ido estupendamente, “sin problema alguno”.
¿Y los siguientes pasos? Pues se van a producir ya mismo. De primeras las prueban van a continuar con un F-15 Eagle, un C-17 Globemaster III y finalmente con un F-22 Raptor. De segundas la idea es que para el 2012 todos los aviones hayan obtenido certificado para poder volar utilizando combustibles alternativos, y en el 2016 que la mitad de la flota vuelve ya con este tipo de combustible.
Sí, yo tampoco pensé que algún día vería aviones de combate alimentados por combustibles ecológicos y menos aún que la iniciativa partiría desde los EE.UU, pero como vemos la cosa va muy en serio. Aunque la razón principal detrás de este movimiento tiene más relación con lo estratégico que con la conciencia ecológica, la realidad es que próximamente la Fuerza Aérea estadounidense reducirá considerablemente su consumo de combustibles derivados del petróleo (situado a día de hoy en más de 700.000 litros anuales), y en no mucho se dejarán de utilizar completamente. Eso es lo que importa.