Hace tiempo escribí sobre la situación de OpenSolaris y otros proyectos _open source_ luego de la compra de Sun por parte de Oracle. Hoy leo en la red sobre este hallazgo de Savio Rodrigues en la licencia de uso de Solaris 10:

Por favor recuerde, su derecho a usar Solaris, una vez descargado, está limitado a 90 días de prueba, a menos que adquiera un contrato de servicio [...]

Antes de la inclusión de ese nuevo párrafo, Solaris podía descargarse gratuitamente y sin restricciones de ese estilo. ¿Por qué esta diferencia es importante? Por las suspicacias que provoca. Vamos con un poco de contexto.

Solaris es un sistema operativo con una gran historia de logros técnicos y científicos sobre su espalda. Tales han merecido respeto y admiración de diversas comunidades; aunque también cierto recelo en las de software libre. Linus Torvalds alguna vez dijo "Solaris/x86 es una broma", y que mezclar Linux con OpenSolaris "sería muy duro". Como quiera que sea, el creador de Linux y el líder de ZFS (un admirable sistema de archivos), Jeff Bonwick, ya se han tomado algunas tardes juntos.

OpenSolaris es una especie de alter ego open source de Solaris. Esto es, una versión con casi todo el código fuente disponible para la comunidad de desarrolladores, pero con piezas de código aún sujetas a patentes, incluso en ZFS (de ahí que no exista una implementación directa en el kernel Linux).

A la fecha, Oracle todavía no ha dejado claro a nadie sobre hasta dónde metera las manos en el proyecto OpenSolaris ni qué sucederá exactamente con el código que comparte su comunidad. El miedo a un modelo de negocios que tire a la basura lo conseguido en los últimos años está latente entre los desarrolladores.

La nueva cláusula de la licencia de Solaris, móvil de este artículo, me deja con un cada-vez-peor sabor a desconfianza en Oracle. El silencio de la empresa de Larry Ellison es una falta de respeto para una comunidad esperanzada, atada, a sus palabras. Alguna vez un ejecutivo de Oracle dijo que los rumores sobre la muerte de OpenSolaris "eran muy exagerados". Hoy es realmente difícil creerle.